Trufas La Fête
Hace unas semanas mi mamá fue a un cocktail donde regalaban unas bolsitas de chocolates.
Era tarde, yo ya estaba acostada cuando me llamó por teléfono.
Estas acostada? Si contesté. Voy a tu casa a dejarte una bolsita de trufas de chocolate, te vas a morir! Me quise comer una y no pude dejar de comer 9 más. Minutos después llego a mi casa con las trufas y... repetí la misma experiencia. Claro no se había dado cuenta que eran La Fête!
Creo que la última vez que había probado algo que me hiciera suspirar así fue en el hotel Alvear, con las ostras con mantequilla de manzana de Jean Paul Bondoux, en el restaurante
Les prometo que son perfectas, El centro, una trufa con un praliné, espectacular.
Estas trufas tradicionalmente se hacen de la siguiente manera, se realiza un trufa que se manguea haciendo montoncitos de tamaños iguales sobre una placa . Se dejan reposar a temperatura ambiente (ambiente frío) para que formen una costra, después se moldean y se bañan en una capa de chocolate de buena calidad, (osea con real porcentaje de mateca de cacao y pasta de cacao) el que además requiere de un correcto proceso de templado. Posteriormente se pasan por azúcar flor o por cacao amargo dependiendo de la cobertura que se utilizó para el baño y dependiendo de el relleno también.
En realidad son un manjar de Dioses, la combinación de texturas, la suavidad del chocolate. La calidad de la materia prima. Todo hace suspirar… En verdad yo que no soy amante del chocolate, ni mucho menos adicta, las recomiendo 100%.