Apolo 77: Un mal fin, para un dudoso principio.
Cuando un restaurante se acerca más a la definición de “cocina de mercado”, es recomendable que, en lugar de una producida carta menú, tenga una hoja correctamente impresa con la oferta del día, para que los asistentes no tengan que ordenar 2 y hasta tres veces, para poder conseguir un plato a gusto.
Si además en ese restaurante te dicen que no puedes pedir tu carne pasada de punto o que no puedes cambiar un acompañamiento que no te gusta del plato escogido, algo empieza a estar mal, pero si además son 9 los comensales y te traen 5 rebanadas de pan y al pedir más te traen 4, se supone que debes ir pensando en cambiar de Restaurante.
Peor si al escoger un vino de una carta acotadísima, no hay dos botellas de la misma etiqueta y el equivalente ofrecido es de bastante menos condición al elegido, algo anda peor.
No puedes conseguir un Té bien servido y al tratar de “componer” la oferta, usas dos bolsas, te cobran doble, ….. sin comentarios.
Me parece que no podría el lugar denominarse “Restaurante”. Muchas pretensiones y muy poco interés por la satisfacción del cliente. ¿Puede un restaurante así ser recomendado? Definitivamente no, menos si la administración no es permeable a la crítica y te saca a gritos, insultos y hasta amenazas de golpe luego de pagar una cuenta de más de 170.000 pesos. No es recomendable, porque al final no se trata del precio, sino del conjunto de disonancias que hacen la experiencia final no lo sea. Esto, sin considerar que el pulpo, pedido por tres del grupo, estaba duro y chicloso. Lamento que en mi molestia no dejé propina, pero me sentía muy tonta dejándola, luego del trato recibido.
Valparaíso intenta tener una posición turística, quiere ser un referente gastronómico, pero le falta muchísimo para llegar a serlo. Como dice un querido amigo que tenemos en común Alvaro y Yo, … “alguien no está escuchando al cliente” …. y solo está en la autocomplacencia.
Si quieren hacer penitencias gastronómicas y someterse a la tiranía de un chef, vayan a Apolo 77, bajada Apolo, Paseo Yugoslavo, Valparaíso.