Metropolitana o cómo boicotear al chef...
El viernes fuimos un grupo de 7 personas al Metropolitana. Lo googleé y apareció como de lo más destacado. Lo elegí entre otras cosas por no estar en el circuito de el bosque, borderío, bellavista, etc. y eso, a pesar de las quejas de los otros comensales por 'lo lejos' del restorán...
Quiero decir de inmediato que escribo con la esperanza de que me lea el administrador, y lo tome como una crítica constructiva. El restorán, después de todo, vale mucho la pena. Y es justamente por eso que le pongo ese título. Había una distancia tan grande entre la calidad de los platos y el resto de la atención (y no me refiero al mozo, que era muy correcto y amable, por cierto), que debe ser inmediatamente atendida.
Lo primero, y tal vez no es culpa de ellos, pero valdría la pena aclararlo, es que en la ficha de emol aparece un 'estacionamiento clientes'. Bueno, el estacionamiento es la calle. Una sugerencia: agénciense un viejito que cuide los autos!!! Si es súper fácil decir 'aquí no pasa ná' cuando el auto no es tuyo...es como esos dueños de perros bravos que dicen con toda soltura 'si no hace ná'.
http://www.restaurantes.emol.com/ficha/ficharest.asp?id_restaurante=""6117"
Dos." Llego, entro y el administrador sentado relajadamente en la barra hablando por teléfono, cuando pregunté x los estacionamientos en ningún momento dejó el teléfono, hasta un buen rato después. Desgano, desidia, displiscencia, no se cómo llamarlo, pero la señal fue mala.
Los otros dos elementos pueden ser detalles, pero dado que continuaron durante toda la comida, no los dejo pasar.
Tres. Pedimos champaña. Había tres. Comenzamos con Valdivieso Extra Brut. Terminada la botella, pedimos repetición. Sorpresa! 'No nos queda'. Ok, el buen ánimo nos hace seguir con la alternativa (por supuesto, más cara): Codorniú Brut. Si no tienes algo que está en la carta, o me avisas antes, o ten el gesto de cobrarme el precio de la que yo quería, ...serán $500 o $1000, pero es el gesto de reconocer que la falta es tuya. Terminada la segunda champaña, pedimos otra: Nuevamente un 'No nos queda'!!!!! No lo creí. Ahí es cuando el rol del administrador es clave. El mozo no tiene la autoridad para dar una solución, sólo poner cara de pregunta y sugerirnos cambiar a vino (la otra champaña que le quedaba ya estaba $3000 x arriba de la primera que pedimos, si no me equivoco, Chandon). Si el administrador hubiera estado más atento - y estábamos comiendo a un metro de él, que el local tampoco es tan grande - tendría que haberse acercado, asumir la torpeza de no tener reposición para dos de las tres champañas en carta (y bueno, quién sabe si tenía de la otra) y ni siquiera avisar - y como dije, compensar de alguna manera o hacernos sentir que se hace cargo de su falta. Para eso está, no?
La variedad de vinos era escasa. Puede estar ad hoc a la escueta carta, pero no serían más que una docena de vinos, no digo que eran malos vinos, pero no había mucho que elegir. Por ejemplo, contaban con los tríos de CyT, pero no con Terrunyo...había una descuidada selección para mi gusto. En SB, cepa obligada debido a la carencia de champaña, las opciones no eran muchas.
Llegaron los platos, excelentes. Sin quejas. Puede que la propaganda que se le hace a algunos ingredientes como el huacatay que acompaña a una corvina con crema y yuca dorada esté exagerada, pues siendo un 'arbusto entre menta y albahaca, traido especialmente del Perú' y destacado en la carta, uno esperaría sentirle el sabor más marcado, pero el plato en sí estaba muy bueno. Los ceviches, uno con mango, excelente, el tártaro de salmón no tenía nada de tártaro y parecía otro ceviche más, la terrine estaba excelente, y el wantón de salmón también estaba bueno. Sólo las ensaladas parecían extremadamente planas (un par de lechugas con unos brotes de adorno...).
Y para terminar, algunos pedimos una infusión: té verde de java al limón. El tipo trae dos tazas de agua caliente. Durante un par de minutos esperamos que nos trajera las bolsitas, hasta que se acercó a explicarnos que esa taza de agua transparente efectivamente contenía un té de java al limón...OK, le digo, tienes sacarina? ....adivinan? Al parecer el proveedor de endulzante es el mismo que el de las champañas.
Es una lástima que mientras el chef se mata trabajando para hacer unos platos deliciosos, el torpe que se encarga de las compras se olvide de la champaña, la sacarina, y quién sabe qué cosas más que no quisimos seguir pidiendo.
Bien por el chef, mal por la administración. Pero insisto, es sólo arreglar esos 'detalles' que son precisamente los que a la larga, como en un buen vino, hacen la diferencia.