Tarde o temprano, tenía que pasar a visitar al "renovado ícono" de la comida chilena, ubicado en Rosario, Carretera Panamericana 5 Sur Km. 108, y que fué consumido por las llamas hace más de dos años.
Juan y Medio, fundado en 1947, debe su nombre Juan Barrera, dueño del local y que medía 1.94 mts. + 135 kilos....de ahí su nombre y analogía con los enormes platos que se sirven allí. Me imagino que muchos de los habitantes de LBV conocen este lugar y saben de lo que hablo...
Recuerdo pasar allí desde niño, cuando acompañaba a mi padre a Santiago. Desayunabamos a las 7 de la mañana. Siempre pedía un Barros Luco, que para un pergenio de 9 años, sumado a la "desorbitada porción" del sandwich en pan amasado, era realmente gigantesco...grotesco, chorreante de queso, muy, pero muy grande !!! A eso agréguenle un Café con Leche en esos tazones que decían "Recuerdo de...", eran fácil 500 cc......Quedaba feliz-mal y durmiendo hasta la misma Alameda.

Hoy, en el nuevo local y muchos años después, sus porciones son igual de grandes...igual que su capacidad: caben 600 comensales...en zonas Fumadores y No Fumadores.
"Juan y Medio" no tiene mucho de el local antiguo. Sus mesas y sillas son más comodas que las antiguas, no están cojas, los manteles son de tela y no de plástico, y su decoración es más elegante, pero igual de austera, justa.
Lo único que queda del local antiguo es un muro, que data de la antigua construcción y que está en los estacionamientos. Es casi un monumento a la historia de este lugar.
Llevan casi un año funcionando nuevamente y de verdad es un agrado pasar por ahí.
Esta vez, en mi cabeza tenía un "postergado"
Pastel de Choclo...el primero de la temporada para mi. Llegó dos minutos después de pedirlo...no exagero. Tuve que apagar el cigarrillo que recién había prendido. Más rápido ni en el mismísimo "El Rápido" del centro... Estaba notable y me llamó la atención que en el pino traía uvas, a cambio de las tradicionales pasas...quizá eran pasas ultrahidratadas, no lo sé, pero le dío un toque distinto.
Sus highlights son muchos: Arrollados, Costillar, Porotos (Riendas, Pilco y Mazamorra), Humitas, Cazuelas, Chuletas, Consomé, Sandwichs, Lengua de Vacuno, etc. O sea, la mayoría del repertorio clásico nacional, pero con un sabor verdadero, de campo...de cocina a leña.
Sus meseras muy atentas, rápidas y con un cambio de look en el vestuario que se agradece. Ah, y los precios de los platos no superan los $5.000....
Bien por ellos, por nosotros los clientes y por su acertada renovación.
Saludos