Haussmann
Un clásico de las picadas valdivianas es el Haussmann, un pequeño "Bierstube" de pasada con apenas 4 mesas y 5 pisos en el bar, que jamás abre los domingos y festivos para lamento de muchos y que no ha cambiado la melamima de sus muebles en por lo menos los últimos 20 años, lo que lo hace verdaramente un clásico, atendido por su propio dueño diariamente.
La primera especialidad de la casa son los crudos que se sirven con una salsa que es el secreto de la casa, y la segunda es el delicioso y adictivo kuchen de nuez con relleno de crema al centro (aunque no se pueden desmerecer los otros kuchen de frutas según la estación), y por supuesto las cervezas valdivianas entre las que por supuesto está la Kunstmann pero también ahora la Calle-Calle y la Valbier (dicen que el secreto de una cerveza está en el agua y en Valdivia de eso hay harto) .