Estimados:
La noche del sábado recién pasado, tuve una nueva gran decepción gastronomita en este país que aun se encuentra en pañales en la materia.
Acudimos un grupo de cuatro personas al restaurant DI VINO del publicitado meo flaite Gran Hotel Gervasoni.
La verdad es que el Hotel y su restaurant son muy lindos. Arquitectura de principios de siglo, propios del cerro concepción, buena mantelería, buenas copas y una carta que, a priori, demostraba interesante.
Sin mucha hambre y con más ganas de probar que de participar de un bacanal, ordenamos los siguientes platos:
- Suprema de pollo a la plancha, con pocos champiñones en su parte superior, algunas ciruelas escasas de sabor; acompañada de fetuccinis talliani que decían ser al ajillo y que resultaron ser solo unos fideos cocidos. El plato frió, mal presentado y sin sabor. Es un plato de pollo con fideos. Un desastre
- Filete gervasoni. Dos mínimas porciones de filete, sin sellar, frió, acompañado de unas escasas papas hilo. Un plato detestable, no solo por su mala preparación sino que además, por su tamaño ínfimo.
- El descongelado y duro jabalí con rissoto de mote. El Jabalí tuve que cambiarlo pues los neumáticos de mi auto suelen ser bastante más blandos que esos dos trozos descongelados y duros que me sirvieron. Además en extremo cocidos. El rissoto demote, rescatable su sabor, pero con unos espárragos que estaban recocidos.
Cambie el plato por chuletillas de cordero a la menta con un acompañamiento de papas al romero y la respuesta del garzón fue que no tenían papas.¡¡¡¡¡¡NO HABIAN PAPAS EN UN RESTAURANT!!!!!!!, si hasta en un restaurant chino hay papas. Bueno, cedí y le dije que las chuletillas me las diera con el rissoto de mote. Al llegar las chuletillas me encuentro con la desagradable sorpresa que estas venían sin la salsa de menta prometida y sin sellar. Un desastre de plato y muy mal presentado, pues las chuletillas venían una al lado de la otra.
-Y la guinda de la torta. Rissoto de camarones y champiñones al anis. Señores hasta cuando permitimos que nos sirvan rissotos preparados con arroz tucapel grano corto. Si no tienen capacidad de compra o no quieren utilizar arroz arborio o carnaioli para preparar rissoto, entonces no lo incluyan en la carta. La verdad fue una mazamorra que por el hambre de la Pauli, se comió.
Lo mejor fue una botella de Coyam 2004, muy bien servida, muy buena temperatura, decantada correctamente y por un personaje que entendía de vino y lo trataba como merece.
Al final del espectáculo , el garzón que nos atendió nos dijo que volviéramos en otra oportunidad, pues esa noche estaba cocinando un reemplazante no su chef. PLOP…….sin mayores comentarios.
Valparaíso, por favor, no puede ser posible que en el seno de tus hermosos cerros se emplace solamente un lugar digno donde comer, Pasta e Vino.
SALUDos