Trabajando con Olor a Comida

Hoy llegué de mis vacaciones y me recibió una tremenda patada a grasa.

A esa grasa pesada, friéndose una y otra vez en un aceite de camión reutilizado sin parar.

El chaff de extracción de un restaurant cercano se rompió justo a la altura de nuestro piso y el aroma inunda mi espacio, y con mayor vehemencia justo mi lado de la oficina.

Esta es la mejor manera de reintegrarse al trabajo. Simplemente nauseabundo.

Saludos chicos, he vuelto, pero justo hoy no amo la comida (créanme que ustedes tampoco la amarían)

Pancho®