Mi búsqueda de nuevas alternativas en el puerto principal me llevó a probar con un grupo de amigos (7) este nuevo bar de tapas de valparaíso. Veniamos de las buenas experiencias de Poblenou, luego del Urriola, y para terminar la calle, decidimos innovar en este local (Delicatessen - Urriola 383, Valparaíso). Estaba vacío y tras mirar por la ventana la carta de la pared (no había carta afuera para ver) decidimos entrar con afan de conocer.
La mencionada carta en la pared, si bien pareció una buena idea, se transformó en algo bastante incomodo para elegir, sobre todo para quienes no veían bien o quedaban de espaldas a la muralla. No habían cartas para entregar por lo que la pared era la única alternativa (1er punto menos). Nos dejamos guiar por la mesera (cuya actitud no era la mejor, llegando a ser en algunos momentos intimidante e incomoda) y nos sugirió un vino, del cual no tenemos nada que decir, muy buena elección y no tan caro (era oferta de la viña). Algunos pidieron tragos innovadores los cuales también nos llamaron la atención y, pese a quedar con gusto a poco, no eran excesivamente caros.
Después, mientras la mitad del grupo salió a fumar (es para no fumadores), los que quedamos elegimos las tapas. Ya mencioné que eramos 7, por lo que la mesera nos sugirió 4 tapas (habíamos pedido 3 para probar pero ella nos dijo que con 4 quedabamos ok). Le hicimos caso en la cantidad y en las sugerencias. Los precios de cada tapa iban entre 3.800 y 4.500 según recuerdo. Recibimos una muestra del pate de la casa que tenía agradable sabor, pero nada muy extraordinario (los paladares más ácidos no notaron diferencia con un pate de supermercado, salvo por la cebolla que acompañaba). De todas formas lo pedimos.
Todo bien hasta que empiezan a llegar las tapas. El pate lo dividieron en dos platos para que todos pudieramos alcanzarlo en la mesa grande. Bien. Y vienen las demás tapas... honestamente, una verguenza. No soy amarrete para pagar caro en comida, pero para el precio, eran canapes de comida: las "empanadas" prometidas, eran 3 de coctel y con un relleno de mal sabor; las "brochetas" eran 2 con 3 pedazos de cerdo cada una; la "pizza fogazza" eran 6 trozos de 2 x 4 cm. Recuerdan que eramos 7 personas?. Nos miramos las caras y nos transmitimos nuestra frustración. Nos ensartamos. Para no echar a perder el ambiente de nuestra reunión, no quisimos hacer comentarios, solo castigamos con la propina (la cuenta salió 27 mil pesos, donde se podría decir que tomamos una copa por persona y dos canape cada uno). Por el mismo monto se hace un asado, o se come mucho más en los locales que están a pasos en la misma calle. Una decepción.
NO VAYAN AL DELICATESSEN DE URRIOLA EN VALPARAÍSO!!. Hay mejores alternativas en la misma calle. Me cuesta transmitir el sentimiento, pero es un mal local, con mala atención, sabores bajo la media y pésima relación precio / calidad. Prometía, pero no alcanzó a una segunda oportunidad.
Siempre vi a este blog como una alternativa para elogiar la buena mesa (y de hecho, estoy en deuda con otras publicaciones de, ej, la mangiatta, el urriola, el poblenou, alegretto, uuff.. tantos) pero me sentí en la obligación de advertirles sobre esta estafa. Creanme que soy tolerante, pero me sentí estafado.
Quedo en deuda con los otros aportes.
Francisco
