Bel Paese
El Viernes 23 de mayo fui con mi marido a comer este restaurante esperando comer un rico antipasto y una buena pasta y pasar un rato agradable. Partimos por unos mozos amables pero extremadamente melosos. Nos trajeron dos psicos souers que parecían preparados de botella. Pedimos un antipasto marino donde pregunté especialmente por si traía bastantes pinzas de jaibas ya que era lo que fundamentalmente quería comer. No sólo no venían las pinzas sino que el plato era una verguenza. Un par de ostiones, calamares, machas, camarones y salmón cocidos al vapor. Espantoso y carísimo. ($10.000) Las pastas que pedimos ni hablar. Muchas crema y una gran cantidad de fetuccinis casi pegados. La carta de vino escueta y todo a un precio desorbitante para el lugar y la calidad de la comida.
No entiendo porqué alguien va todavía a un restaurante así. Se notaba que había gente que eran habituales al lugar. Yo no lo entiendo