El Indio Pícaro...
Ayer me tocó ir a almorzar con un amigo al Indio Pícaro en el barrio Suecia. Poca gente, muuucho calor, muy buena atención. Los garzones constantemente limpiando la mesa, recomendando con qué más acompañar la comida.
La carta se veía entretenida, pero el calor no permitía probar chupes ni una serie de otras cosas ricas que se veían interesantes de degustar. Nos fuimos por lo clásico, un lomo liso. Lamentablemente cuando buscábamos acompañamientos, no había apio, tan recomendable para estos días de calor abrasador.
Unas clásicas sopaipillas recién fritas y calentitas con pebre recién hecho marcaba el inicio de la brega alimentaria. A los tres minutos llegaron las ensaladas. Sólo dos minutos después lo hicieron las carnes. Una carne blanda, un poco seca, pero muy sabrosa.
Las ensaladas no muy abundantes estaban presentadas de manera poco pulcra, pero cumplían con el objetivo, estaban frescas, crujientes y sabrosas.
En síntesis, no fue una experiencia pícara. Creo que la carta tiene cosas interesantes y que mejoren mi experiencia.