Brisas del Mar : a la vuelta de la esquina
La abundante oferta peruana que hoy vemos en Santiago a veces me hace recordar lo que fue un tiempo el boom de los restaurantes chinos. En cada esquina había uno.
La tendencia hoy es la cocina peruana en cada barrio existe una picá o un restaurant de nuestros vecinos.
La gastronomía peruana es reconocida por ser sabrosa y enjundiosa sobretodo por ese picor que dan sus salsas y ajíes en cada plato.
En esta oportunidad fui a Brisas del Mar que se instaló hace unos 5 meses cerca de mi casa. Lo entrete es que puedo llegar caminando, ideal para disfrutar de ese rico pisco sour sin necesidad de pensar en manejar.
De entrada un ceviche mixto grande que puede ser pedido como plato de fondo, con bastante pulpo. Seguí con la trilogía de causa con pulpo, camarón y pescado también abundantes en su preparación y con el sazón justo y necesario. De entrada También degusté un tiradito, bello en su presentación de tres sabores, cilantro, tres ajíes y soya. Realmente sabroso. Un toque chifa en este plato.
En los fondos para nada destiñe Brisas del mar, continué con una corvina con salsa de camarones y aguaymanto, este ingrediente explican también se usa en postres. Luego vino el chupe de camarones, grande en su tamaño. Otro a probar fue el tradicional lomo saltado pasado un poco en el punto de la carne, pero no por esto menos sabroso. Para un muy buen cierre pedí un anticucho de corazón de vacuno, Sabrosísimo.
En los postre degusté el típico suspiro limeño que para sorpresa no estaba tan relajante como suele ser. Agradable en su dulzor. La tradicional leche volteada suave en su textura y fresca.
La coctelería es variada, me sorprendieron con una rica caipiroska de mango muy dulce para mi gusto, pero rica.
La cocina a la vista. Sus garzones y cocineros todos peruanos y con atención impecable.
Consumo promedio por persona $12.000.