Fulano, Zutano y Mengano o simplemente FZM

Al entrar a este lugar, ubicado en pleno centro, destaca su amplia barra y sencilla decoración. Los pisos de la barra fueron adquiridos en el remate del Hotel Carrera, quizás otro signo de que este lugar se transformó en el reemplazo de quienes almorzaban en el clásico hotel. Definitivamente funciona como un club, los comensales suelen saber cual es el plato del día al revisar su mail y solo te llega si te invitó alguien. Las paredes al mismo tiempo funcionan como galería de arte. La atención es amable y atenta. Destacan en su carta las pastas, carnes y pescados. Existe además el "plato del día", algo que no está en la carta y como dicen en el campo es "a la suerte de la olla". Tan así que pueden ser unos clásicos fettuccini, pastel de jaiva o, por ejemplo, lo que había en esta ocasión filete de avestruz con puré lionesa.

El precio de este menú varía según el plato, pero el consumo (plato, postre y café) promedio va entre los $8 y $10 mil pesos. Ya en los postres algo que escapa felizmente de lo tradicional, llamado "la última tentación de Ana" es una combinación de quinoa, papaya y crema. Jamás es la última, se ha transformado en mi favorito. Vale la pena terminar con un buen café Illy.

En resumen un lugar para paladares exigentes y bolsillos generosos

FZM / Agustinas 1352