Hace días vengo leyendo muchos post donde el apartado final es no soy amigo de los dueños como una manera de proteger la opinión dada (casi siempre positiva) acerca de algún lugar comentado en este insigne blog.
¿Que tiene de malo conocer o ser amigo de los dueños?
Más de alguno de nosotros comparte con uno o varios propietarios, encargados o administradores de distintos locales y como amigo rescata lo bueno y corrige lo malo, con el beneficio del lazo social.
Será que finalmente para que nuestra opinión tenga valor vamos a estar negando a nuestros amigos, así como Simón Pedro en la foto!!!! (quería darle ese énfasis medio dramático, por eso la puse)
Un cuento aparte es la publicidad descabellada (recordemos a Malhábito, Can Baco, Mochica y muchos más) donde es el mismo dueño o uno de sus empleados el que escribe maravillas pasadas a chanterío que todos somos capaces de identificar al vuelo.
Está bien que sea amigo del dueño, señora, señor, está bien. No abuse eso si y siempre acuérdese de que la primera es invitada, pero las de después hay que pagarlas, no se ponga barsuo.
Un saludo a todos, especialmente a mis amigos dueños de boliches!
Pancho Araya
