Zully, lo mejor del año en ambientación y detalles!!!

Amigos , aunque ya existe un post para el Zully escrito por nlarraín, la experiencia de ir ameritaba nuestra propio post así es que aquí estamos, aunque claramente enfocado al ambiente, decoración y detalles.  La verdad es que el lugar es muy lindo y diferente por que la comida da casi lo mismo, la experiencia de ir vale la pena.

La semana pasada reservamos en el Zully, restaurant al que queríamos ir hacer rato, pero el Coto no se convencía por el asunto de los estacionamientos y peligro del centro y todo eso, increíble como los noticiarios nos afectan!! Finalmente accedió y fuimos. Reservamos a las 22:00 en la cava como recomendaron acá en lbv, y partimos...El estacionamiento está a 1 cuadra en la calle Maturana, es del tipo cuneta, pero impresiona: Nos recibieron unos guardias (hombres y mujeres) de azul... con intercomunicadores como en la películas... después una guardia nos fue a dejar al restaurant, como chaperona ella, y gente VIP nosotros....bueno eso lo hacen con toda la gente obvio, pero igual impacta.  

Lo más alucinate es lejor la ambientación y los detalles. La comida está bien pero se opaca con el entorno y pasa a un segundo plano. Es de tipo fusión aunque igual hay platos más tradicionales.

Llegamos a una plazoleta de adoquines con un pileta con agua, bandas de música tipo jazz, en la calle y harta gente. Los escalones del acceso al restaurant estaban flanqueados por pétalos de rosa!!!!, al entrar lo primero que ves es la barra, a todo lo largo y en perpendicular a la entrada, todo a media luz, y ahí está la anfitriona, que nos lleva a nuestra mesa. Pedimos una visita previa (que hicimos solos),  y partimos a conocer el lugar. Alucinante!!. El restaurant tiene 3 pisos. El primero corresponde a la cava,  pero como uno igresa a las aturas, pareciera que está en el sótano, pero no. El 2 piso (al que uno entra directo), tienen casi todo lo salones. Cada salón tiene un tema y accedes según el número de comensales ya que son espacios más bien pequeños dispuestos con una gran mesa y muchas sillas. O sea gran parte es para ir en grupo.

Recuerdo 1 o 2 salones con varias mesas además de la cava. Rescato en especial, el salón de mono (tiene una estatua de un gorila), que es hermoso. Es un lounge con muchos sillones y sofás para compartir relajada e informalmente (en grupo). También hay uno con fotos de deportes o tro con pinturas y así varios más....Partimos después al 3er piso, al que llegas por una escala de caracol con los descansos en vidrio templado... toda una experiencia!.Por fin en las alturas está en salón para eventos junto a la terraza... El salón acoge a 30 o 35 comensales sentados y la terraza a unos 70 de pie. Es de vidrio templado con fierro, muy muy hermoso. De hecho recién había terminado un matrimonio ahí mismo.

Bajamos finalmente a  la cava. Decepción fue comprobar que habían ocupado nuestra mesa. En la cava, hay 3 pequeños sectores independientes ( como nichos) uno de ellos es compartido ( 2 mesas) y los otros son individuales. Uno de ellos (frente  a las botellas Es el mejor!!), era el nuestro. Nos acomodamos en otro con acceso a la plazoleta interior ( con otra pileta con agua e ideal para el verano), el problema es que por ahí también se accedía a la cocina (cruzando el patio), y nos pasamos casi toda la velada preocupados de cerrar la puerta, para evitar el frío de la noche. Este fue el punto desagradable de la velada, que nos ocuparon la mesa. Las pareces son de ladrillos a la vista (de los antiguos) y las mesas de vidrio....las sillas harto incómodas pero la atención muy atenta.

Los baños son un tema aparte. Ramos de rosas de diversos tonos, todo con pétalos alrededor y harta, harta vela...casi como para comer ahí también.

Partimos con una panera de la casa con pan caliente y recién horneado, destaco además un galleta fina de anís. El toque diferente!!.

Seguimos con una entrada para compartir ($3.500 promedio).... centolla y ostiones en cama de puré de coliflor  y queso de cabra...Interesante pero de muy mínimo calibre los ostiones.

El coto pidió un filete con decorados varios (porción normal y bastante rico) y yo fui con el avestruz (sabor muy intenso)  y risotto 4 quesos (delicioso)  con salsa de berries. Bastante generoso.

La estrella de velada, sin duda el postre: un mabré de chocolate (quequito tipo brownie con centro tibio líquido de chocolate). Espectacular.

No pedimos aperitivos ni vino, sólo jugos y bebidas.

La cuenta $26.000 por pareja. Nada de caro!!!.

Ubicación: Calle Concha y Toro 34, Estacionamiento en Maturana 68. Fono: 696 1378.-