Una mentira del porte del Catedral

Este sábado 30 de enero tuvimos la mala idea de ir a tomar algo  -con otra pareja de amigos - a la terraza del Bar Catedral (Catedral  Grill, como dijo el garzón). Para empezar la atención del garzón fue muy lenta y poco atenta.

Después que nos trajeron las cartas,  pedimos algo para tomar  y empanadas orientales y gyozas. Tras traer los tragos el garzón nos señaló que no podía traer nuestro pedido porque "la carta que valía " era otra  " la del Catedral Grill" que más que una carta  era un díptico de tres tablas de mariscos, carne y otro, que más que tablas de bar eran más dignas de un sucucho a las 6AM  post discoteque de playa que de un bar a la altura de lo que dice ser el Catedral.

Tras mi reclamo al garzón este tuvo el magnánimo gesto de permitirnos pedir de la carta. Tras una espera de 20minutos llegaron las gyozas heladas y las empanadas también. Comimos rápido, pedimos la cuenta y nos fuimos. Obviamente para nunca volver.

Es una lástima que un bar que prometía tanto, con el tiempo se haya convertido en un tugurio comparable con cualquier schopería o cervecería de Pío Nono.

 Recomendación: Evítelo.