Torres, un placer de confitería

La dicha de haber tenido un buen almuerzo, sobre todo agradable, me acompaña ya desde hace un par de horas. Y creo que seguirá. Confitería Torres es el responsable de que gracias a la comida rinda más en la pega. Fuimos con mi novia y una prima suya. De comienzo a fin, todo exquisito. La onda del lugar, el piano en vivo que de fondo tocó desde Serrat hasta Pato Mans, el servicio impecable (el garzón no tardó nunca más de cinco minutos entre plato y plato) y, desde luego, la comida.
Partí con un Saike (no estoy seguro si se escribe así), un  sour con drambuie y gotas de jugo de naranja. Buenísimo, un poco más refrescante que el sour normal que, por ende, no se te va a la cabeza. Manteles blancos sin siquiera una gota de polvo, todo muy prolijo. Bueno, seguí con un lomo al ajo "Arriero", que va con papas y una pizca de orégano. Algo caro el fondo, pero vale la pena y la carne a punto realmente estaba gratificante.

Comí lento, conversamos mucho y cerré con un Marquese de Chocolate que también estaba delicioso. El mozo que nos atendió se preocupó en todo momento de cómo estábamos y hasta la cajera preguntó si nos habían atendido bien y cómo había estado el almuerzo. Además, nos contó el mozo un par de historias del local. No las conocidas, como todos los presidentes que han ido para allá, sino uno que otro secretillo del lugar, como el origen de los nombres extrañísimos de unos tragos que fueron desempolvados hace cuatro años de una carta-recetario que encontraron escondida por ahí.

En fin, un salud por la Confitería Torres, lugar adorado de viejos bohemios, periodistas, políticos de media tarde y funcionarios públicos que después de la pega en el ajetreo del centro de santiago pasan día tras día, año tras año, a tomarse un buen bajativo en esa casona donde da gusto sentarse a tratar de arreglar el mundo. El único problema es que algunos platos de la carta son un poco caros. Pero son honestos, en el sentido que no los presentan con nombres rimbombantes para que suenen más atractivos. Igual valen la pena, todo de primer nivel. Bueno, eso era compañeros. Saludos.