Fui la semana pasada con un grupo de la organización en la que trabajo desde que vivo en Chile y para mí fué mi primera y última vez. El lugar lo eligió una de mis colegas quien se sintió muy defraudada ya que ella insistió de mucho en ir ahí.
No tengo nada de que quejarme respecto a la comida ya que esta se enmarcó dentro de la promesa de la carta aún cuando la coordinación de los platos no fué de lo mejor.A pesar de todo los garzones tenían buena voluntad pero estaban comandados por un personaje(Renzo?) que no está a la altura del tipo de clientela de este restaurante y menos para tratar con sus garzones que se percibían de un nivel educacional superior,pero que el insistía en tratarlos de mala manera.Esto me indignó mucho(Trabajo en la OIT) y quise hacérselo presente al administrador y para ello le solicité a uno de los garzones que le comunicara que quería hablar con él. El administrador no vino pero sí apareció este personaje inquiriendo por la persona que había solicitado hablar con el administrador.Al decirle que yo había sido me dice que si tenía que hacer un reclamo debía hacérselo a él y no al administrador ya que él estaba a cargo y el administrador sólo veía temas administrativos.Ante mi insistencia en hablar con el administrador volvió a la carga diciendo algo así como en este lugar las decisiones la toma este pechito.Estuvimos a punto de pararnos e irnos ya que me pareció de una insolencia fuera de todo pronóstico, pero decidimos ignorarlo.
Uno de los garzones se frotó las manos como diciendo al fin alguien le puso el cascabel al gato y ante mi extrañeza y apenas balbuceando me dijo dígaselo al dueño,porque además se queda con nuestras propinas y creo que le está robando.
Me decidía a escribir esto a pesar de que no estoy haciendo una crítica gastronómica pero por deformación profesional no puedo aceptar este tipo de situaciones y creo que los propietarios de este establecimiento no son conscientes de esto.
