RAI
Malamente seducidos por la crítica y confiados en la mezcla cocina mediterránea y de autor como su carta de presentación, fuimos a conocer el restaurant Rai. Como suele suceder cuando uno le cree a los críticos, terminamos profundamente decepcionados.
Los ricos aperitivos del tipo sour y un servicio amable y atento se vieron empañados por la comida, en sabores y preparación desequilibrados, cuyos platos denotaban falta de armonía al paladar y sobreparados por su montaje y descripción en la carta. Percepción muy particular como consumidores comunes y corrientes por supuesto, sin embargo compartida por los comensables que estaban en la mesa junto a la nuestra, así es tan perdidos no estamos.
El montaje del plato superó a la sustancia. La forma fue mejor que el fondo y eso no debe suceder. No buscamos platos rebuscados ni exectricidades sino simplemente que estén bien preparados, y que los ingredientes se respeten entre sí. en resumen: una cocina honesta.
La entrada sabrosa...pero del tipo escuálido...y cargada al condimento en vez del sabor del marisco..., los fondos: mi reineta en papillote de jamón serrano, no fue más que un trozo compacto y tiesón compuesto por un jamón duro y sobrecocido cubriendo un pescado más bien tierno pero seco, sin sabor y sin aroma a pescado... ni a jamón serrano, sin humedad, elasticidad ni profunidad... sin sabor. El otro plato... pasta rellena.. se sentía un dejo como a camarón... pero la pasta flotaba en una salsa tipo limonada...todo mal. El postre...muy bien servido y lindo... pero ahí no más....
Puntos altos: estacionamiento propio, excelente servicio y atención, preocupada decoración, linda vajilla cristalería y mantelería...bonita presentación de platos.
Puntos bajos: la comida como concepto de integración, armonía y respeto de sabores e ingredientes.
La cuenta:$30.000.- sin vino. Dirección: Bravo 951, Providencia. Hay que reservar.