Parrilla carrilera.
Días atrás me llamomi mejor amiga un poco apenada por una situación en particular, estaba viviendolos últimos días en su casa, la cual ya estaba desmantelada/desocupada porquese cambia a un lugar mas tranquilo, el barrio donde vive muto en los últimos 15años de ser un barrio residencial a uno totalmente comercial, estaba con 3concesionarios de autos y 2 restaurantes en la misma cuadra. Además de losproblemas que esto conlleva, le destruyeron en reiteradas veces su antejardín,el cual se transformo sin su consentimiento en el estacionamiento de todosestos negocios.
Mas allá de estosdramas ella siempre ha sido una mujer alegre y de mirar positivamente la vida, perocuando recibí su llamado la oí triste, y era obvio, dejar la casa donde vivistedurante una parte importante de tu vida es todo un rollo. Así sin más ni másdeje lo que estaba haciendo y en nombre de la amistad partí raudo a Stgo alevantar el ánimo de mi partner. Cuando estaba por llegar la llame y le dijeque la invitaba a almorzar a donde ella quisiera y es aquí donde parte lo quequiero compartir con uds.
Me contesto que nopodía salir de la casa porque aun quedaban cosas que cuidar y no iba a dejar lacasa sola, ok dije… Ya entonces paso por un súper y compro cosas ricas parahacerte de almuerzo… “No podemos cocinar porque no hay cocina, ya se lallevaron, pero me deje un microondas y un hervidor electrico para estos días antes de laentrega de la casa.” Me contesta ella. ¡Cocinar en microondas nica dije! ¿Hey y si hacemos un asado? La idea leencanto… Pase al súper por unas verduras para tirar a la parrilla y carne suficientepara los 2, mas unas bebidas y el vino para acompañar la tarde de conversa quese venia.
Llego y ver la casa fueun golpe fuerte a mi memoria, verla completamente desocupada y un poco suciaproducto de todo el trajín de la mudanza remecio algo en mi interior.
Ella me dio el tourrespectivo por la casa vacía y a medida que recorríamos sus rincones nosacordábamos de algún evento o chascarro que ahí había pasado. Como la mañana yahabía pasado y el hambre me ladraba fuerte le dije que nos pusiéramos a armarla parrilla altiro y es acá donde empieza lo que fue una tarde de risas,recuerdos y sobre todo ingenio para capear con éxito la intención de unalmuerzo parrillero.
Donde esta laparrilla pregunte, “atrás, en el patio me imagino” fue la respuesta, parto alfondo del patio (Donde usualmente dejaban las cosas en mal estado o que ya notenían utilidad alguna) y shannn! Ahí estaba la que alguna vez pudo ser unaparrilla operacional, ahora era solo un despojo de latas oxidadas olvidadaentre plantas que crecían a su alrededor, hasta acá llegamos con el asado fuemi primera reacción, la guata ya no ladraba sino que sencillamente me mordía.
Hey mujer esta cuestión no sirve esta sin fondo, y el oxido la tiene enteracarcomida no puedo tirar carne en esta lesera… “Pucha la verdad es que no sabiaque estaba así de mal” Me contesta con una risita haciéndose la tiernadesentendida. Aaarrrggh mujeres que descuidan el trono parrillero. ¿Oye yque hacemos ahora, no tienes por ahí una parrilla eléctrica al menos? “No, sololo que encuentres en el patio”… Hambre tenia, pero no iba a ir a comprar unaparrilla nueva para dejársela al que ocupara la casa en los días siguientes. Yes ahí cuando entre unos flotadores olvidados de la piscina y maceteros variosveo la respuesta a las plegarias de mi estomago… Un carro de supermercado, lovi y de inmediato recordé una foto que vi alguna vez por internet y que me resultomuy graciosa, y siempre quede con las ganas de probar si de verdad resultaba. Ybueno acá esta la evidencia del uso alternativo que se le puede dar a un carrode supermercado.
El menú fue unaensalada de tomates en cubos con choclo asado desgranado mas cebolla asada, maspapas asadas desmenuzadas (Tiradas a las brazas en papel aluminio) más chorizosparrilleros, y un kilo y algo de asado americano para acompañar la ensalada. Labuena marraqueta calentada en la parrilla y mucha conversación con harta risa ycon sus cuotas de melancolía.
Para cerrar: Ya quese avecina el término de un año que ya muchos quieren olvidar, lleno de hechos tristes,de momentos no tan dramáticos y también con sus buenas cuotas de alegría, peroque queda en la retina como un año medio raro de esos que uno no quiere que serepitan, no hay que olvidar lo que aquí nos reúne: El goce de la buena vida, que aun en momentos de cambiosimpensados, con un futuro que nadie sabe que nos trae, hay que detenerse,sacudirse de encima las pesadeces del día a día y disfrutar a concho los buenosmomentos que nos regala la vida junto a la familia y amigos e incluso junto a desconocidos.
Mis sinceros deseosde un año repleto de alegrías, buenos momentos en compañía de sus seresqueridos, de mucha salud, harto amor e incontables pataches es lo que quierocompartir con todos los amigos de La Buena Vida.
Abrazos y muy FelizAño Nuevo.
Felipe Vivanco.
Pd: Disculpen la calidad de las fotos,fueron con el celulítico y era lo que había. =P