Miss Universo
Me he hecho adepto a las cocinerías desde que llegué a Santiago.
En regiones por lo general un menú vale $1.500 (tres platos y con jugo) por lo que siempre busqué ese precio para almorzar. Error. Me encontré con alternativas desde los dos mil pesos, y solo el plato de fondo, con una que otra ensaladita.
Los lugares modestos son los que siempre me llaman más la atención, por traerme recuerdos de infancia de los “combos” nortinos que siempre finalizaban con un buen tecito y macedonia.
Mi viejo fue chofer de buses y camiones toda su vida, así, las cocinerías y picadas de carretera (tema para otro post) nos salvaban con cazuelas, porotos y estofados.
Un día caminando hacia una reunión de trabajo me encontré en Alonso de Ovalle (entre San Diego y Bulnes) con un lugar de vidrios blancos que tenía escrita en ellos la carta permanente. Decía:
Porotos, lentejas, garbanzos $900
Ajiaco $1000
Escalopa c/agregado $1000
Chuleta c/agregado $1000
Biffe c/agregado $1000
Mis ojos saltaron cuando vi el ajiaco (una de mis sopas favoritas) y entré con hambre a pedir un plato.
Mucha gente es prejuiciosa con las cocinerías y siempre dicen que en lugar de carne lleva perro, gato y caballo en sus preparaciones. No es el caso de este lugarcito, que con dos pisos, alimenta a la mayoría de maestros de la constru, vendedores ambulantes y locatarios del lugar.
Pensado para ellos, la carta es permanente, suculenta y satisfactoria. De hecho si quedas con hambre puedes pedir “medio plato” y así satisfacer la tripa saltona que no te deja ir a trabajar otra vez.
Incluso la bebida se vende por botellas de litro, de 350 CC y por vaso ($200) ideal para acompañar el final.
También el plato incluye el clásico pebre radioactivo de las cocinerías y una marraqueta fresquita tamaño jumbo.
El ajiaco estaba rico (cargado a la papa eso si) pero de caldo sabroso y recomponedor (lleva huevito también, así que súper)
Este lugar es para aquellos que no sienten pudor en compartir mesa con desconocidos, comerse un plato de porotos con longaniza anti gourmet (sabroso y casero) y que de una u otra forma buscan ese ambiente hogareño de antaño, o nostálgico en mi caso.
Muchos Saludos!
El Pancho Araya®