Mi viejo y querido Wagon
Esta es mi primera publicación, espero les guste y que no les moleste mucho lo arraigada que está la camiseta de Iquiqueño en mi ser.
Desde tiempos inmemoriales, para mí por lo menos, el Wagon es una visita obligada cada vez que vuelvo a Iquique. Su carta de comida presenta mezclas enraizadas en la zona e influenciadas, como casi todo en el extremo norte, por la rica gastronomía peruana y china, colonias bastante numerosas y cuya influencia comienza desde la época precolombina (hmmmm… incas, atacameños, changos y posteriormente peruanos según yo diría... las lecciones de historia para otro día) y la época de oro del salitre (aquí si llegaron hartos chinos). El restaurant en sí, es un viaje al pasado. Ubicado en el sector de El Morro, tiene sus paredes adornadas con distintos artefactos y tesoros provenientes de la época salitrera, desde afiches en distintos idiomas que promocionaban el salitre chileno, hasta discos de vinilo, aquí hago mención especial a su carta, cuya portada varía cada cierto tiempo y usa sólo imágenes de afiches y publicaciones de dicha época. Con un poco de suerte, puede que la visita sea enriquecida con música en vivo, donde cantores locales que circulan por las mesas, presentan canciones de épocas pasadas. |
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El fuerte del restaurant son los platos del mar. Personalmente, y para abrir un poco el apetito, recomiendo comenzar con algo para compartir, como pueden ser las conchitas calientes (mariscos varios, preparados al horno con queso), conchitas frías (mariscos picados con limón y cebolla – tipo perol), algún tiradito del pescado que recomienden (fresco del día) o fritos de pescado y machas. Como bebestible les recomiendo arriesgarse con un aperitivo en base a sabores locales, como el maracuyá y mango sour, ambos increíbles (no sólo de pisco sour vive el hombre).
Para el segundo, uno de mis favoritos, el Pabellón de Pica (preparación de pescado en salsa de soya, jengibre y cubierto con cebollín) o el ya clásico Chinchorrero (pescado acompañado de una mezcla de salsa de tomates, aceitunas de Azapa y condimentos varios), acompañados con arroz o papas a la huancaína más un vino ad-hoc a la ocasión, incomparables.
Finalmente, más que para terminar, sino más bien para ponerle un broche de oro a la comida, en postres, definitivamente el mousse de maracuyá o la espuma de mango, simplemente … de antología.
Por último, una recomendación, recuerden que en Iquique y Arica, así como en muchos lugares del norte, cualquier cosa que tenga aceitunas “lo más seguro es que se prepare con aceitunas amargas” (en mi opinión, excelentes), las que muchas veces no son del completo gusto del turista sureño, así que si tiene dudas, pregunte antes.
Datos:
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El Wagon Dirección: Thompson 85, esquina Costanera Arturo Prat – Iquique Consumo promedio: 10.000 – 15.000 p/p
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