Mi querida Fuente Alemana
Hoy en la mañana desperté pensando donde iría a almorzar. Sabía que el rumano me esperaba para el lunch y sabía también que tenía una deuda pendiente con las niñas de
Así que a eso de las dos de la tarde enfilé con dvd en mano del Santiago en Picada que grabamos en
Al llegar la señora Flor me dio la bienvenida y me contó que habían sido premiados hace poco por la, para muchos, infame Guía Culinary 2008.
En sus ojos y del resto, vi el gran orgullo que significa para su trabajo esa distinción.
El premio era “Otorgado por los mismos clientes como mejor lugar de Sándwiches”.
El tema de “los mismos clientes” me llevó a pensar que igual podía ser gente como nosotros que escribimos en LBV y que gozamos con conocer lugares, ser bien atendidos y poder pasar el dato. Gente que mantiene o desploma a los favoritos, yendo constantemente o simplemente dejando de ir. Siempre es bueno recordar eso, el crítico se encarga de enunciar, somos nosotros los que aprobamos o desaprobamos al final.
Mientras, espero sentado que llegue mi rumano completo, miro la plancha eterna y los gestos de amabilidad que dan esas señoras que sin respiro entregan los platos, llenos de cariño y sabor, y espero mi turno de ser regaloneado con el gusto de décadas, que nunca cambia.
Creo que ahí si hay gente que está de acuerdo con
Yo aplaudo el mérito de cada una de esas personas.
Pancho®