Ayer fui con un grupo de amigos al Mestizo. Hace un buen tiempo que no lo visitaba y tenia buenos recuerdos: entorno, diseño, ambiente, atención y una buena carta bien ejecutada. Reservamos una mesa para 10, a las 21.00 hrs. Al principio todas las señales indicaban que la elección había sido acertada. Nos recibe una niña muy agradable, el restorán estaba lleno, ambiente muy agradable, harto movimiento, mesas grandes, chicas, familiares, de negocios, en fin, el lugar la lleva; sin embargo la primera señal de alerta viene cuando camino a nuestra mesa vemos como nos vamos alejando de la zona principal de las mesas y la hostess nos conduce hacia la zona que normalmente es una terraza y nos deja instalados en un rincón lúgubre, frio (o caluroso si te tocó debajo de la estufa callampa), oscuro: la mesa del pellejo como decia mi abuela. Por cierto era la única en ese sector, habiamos varias víctimas. Pedir cambio de mesa imposible, como dije, estaba repleto. Cuando uno elije un restorán no es sólo por su comida, es la experiencia (incluso en una picá). Si te vas a ampliar a la terraza, al menos trata de lograr un ambiente similar al del comedor principal: las mesas y sillas eran tipo terraza Homecenter en liquidación, era tal la oscuridad que costaba leer la carta, el frio traspasaba la carpa instalada (los que quedaron sentados de espaldas a la carpa comieron con parka puesta). Nos podriamos haber ido, pero ya estabamos ahi, y a esa hora dificil encontrar algo. La comida: para empezar unos apertivos y un par de platos para compartir. Los líquidos llegaron bastante rápido ... cuento corto, los platos llegaron 90 minutos después ... es que la cocina está colapsada, se hizo chica, el chef está nervioso porque hay no se que persona importante, es que al chef se le olvidó su comanda ! ... en fin, durante esos 90 minutos el pobre mozo y una poco diligente encargada de local dieron una y mil excusas. En compensación, desde la cocina nos mandaron un plato de empanadas de mechada o algo asi ... las empanadas venian cortadas por la mitad (plop !) y el relleno tenia la mitad todavía a medio descongelar ... afortunadamente los platos que pedimos para compartir (degustación de ceviches al merkén y pulpo grillado ) estaban muy buenos. Los platos principales llegaron casi junto con lo anterior, y nuevamente, excelentes, pulpo a la parrilla, corvina azafranada, mero, y algunos otros fueron un bálsamo para las 2 horas anteriores. Los postres cumplieron.
En resumen, y partamos por lo bueno, el resultado de la -entiendo que renovada- carta es notable, muy buena factura. Pero cuando uno va a un lugar como el Mestizo, espera bastante más que eso. Por meter a la fuerza 10 mesas más, hacen colapsar todo el sistema y todos pierden. Ayer, las $25.000 p/p resultaron especialmente caras.
