¡Mamá!... No me gusta el pescado
Carolina Chica C.
Nutricionista Benexia
Todos sabemos que el consumo de pescado se dispara ad portas de la Semana Santa, pero ¿qué hacemos con los niños a los que no les gustan los productos del mar? Obligarlos a comer esto puede transformarse en una verdadera “espina”, cuando a ellos no les agrada el sabor y olor de éstos.
Si bien es importante que los niños aprendan a comer pescado, pues las proteínas de estos alimentos son de gran valor biológico (contienen todos los aminoácidos esenciales para el organismo), no es necesario que se esmere en obligarlos a comer pescado para estas fechas. Una alternativa es que hacer preparaciones diferentes o buscar alternativas sencillas, pero igual de nutritivas.
Uno de los ingredientes que puede agregar a sus platos es la chía, una semilla que se consume como un suplemento nutricional, ya que es la fuente vegetal más rica en ácidos grasos Omega-3 (como los del pescado). Además, contiene fibra, proteína y antioxidantes.
La chía puede mezclarse con jugo o con yogurt y tiene una gran versatilidad para consumirse a toda hora. Algunos ejemplos: puede añadir las semillas de chía como aderezo de cereales y ensaladas, puede espolvorearla sobre los productos lácteos como helados, puede añadirla a las comidas tradicionales tales como pastas o arroz y obviamente puede usar su imaginación para crear su propia receta, ya sea dulce o salada.
Si quieres probar tus habilidades culinarias te invitamos a preparar unas exquisitas galletas de Chía y miel:
Ingredientes:
350 gramos de harina con levadura
50 gramos de harina de chía
200 gramos de azúcar blanca o rubia
5 cucharadas soperas de aceite o de mantequilla derretida
5 cucharadas soperas de miel
3 yemas de huevo
1 cucharadita de café de bicarbonato
Ralladura de naranja o limón
Unas gotas de extracto de vainilla.
Preparación:
1.- Mezcle muy bien las harinas de trigo y de chía con el bicarbonato.
2.- Por separado debe batir la miel con el azúcar y el aceite. Cuando tenga una textura uniforme le incorpora las yemas de huevo, la ralladura de naranja o limón y las gotas de vainilla, y continúa batiendo hasta que todos los ingredientes estén plenamente incorporados.
3.- Junte ahora los elementos secos con este último batido hasta formar una masa que debe extender en una superficie lisa y previamente espolvoreada con harina. Usleree hasta que su altura sea de unos pocos milímetros. Corte con un molde de galletas.
4.- Precaliente el horno enmantequillado a 200 grados, baje su temperatura a 180 grados y ponga a hornear sus galletas por 10 minutos hasta que vea que sus bordes se han vuelto dorados.