La mejor chorrillana de Santiago...
Con mi novio teníamos unas ganas enormes de comer chorrillana. Pero una buena chorrillana, no de esas que comes en Bellavista después de unas cuántas cervezas para el bajón y que quedas con gusto a poco; encuentras que las papas fritas están heladas, el plato está desordenado y te ponen unos trozos de pan para que te llene algo.
Nada de eso. La gracia de comerse una chorrillana es que esté calientita y el plato sea atractivo a la vista. Después de mucho navegar en la web buscando recomendaciones, me encontré con comentarios aprobando desde las chorrillanas como las descritas en el párrafo anterior hasta descripciones con las que realmente mi corteza cerebral echó a andar la máquina y mi cantidad de ptialina se multiplicó... jejeje...
Y bueno, fueron estos últimos detalles chorrillanísticos los que me hicieron escoger y convencer a mi novio que fuéramos al J Cruz, ubicado en Vicuña Mackenna, a pasitos de la intersección con Irarrázaval.
El local cuenta con un letrero que va directo al grano: de color amarillo y la palabra gigante Chorrillanas en letras rojas. La ambientación es sencilla y cómoda. Las paredes están cubiertas de espejos y la barra tiene un aspecto un poco antiguo, pero que le da un caché bastante simpático. Las mesas cuentan con manteles y buen servicio. La atención es bastante buena, nada que decir.
Y ahora sí!: pedimos una chorrillana para dos ($5.900) y dos juguitos de frambuesa ($900 c/u). nos sirvieron primero el juguito; natural y fresquito, mientras esperábamos, ansiosos, la tan anhelada chorrillana. Y llegó el momento: se acercó una garzona con un plato enorme, en que descansaba una montaña de papas fritas coronada por un manojazo de cebolla, huevo y carne. Las papas estaban crujientes, calientitas y se notaba que el aceite era nuevo; la cebolla estaba hervida y no frita, cosa que se agradece porque así el sabor no se pierde; el huevo estaba deliciosamente revuelto y la carne... que se deshacía en la boca!
Terminamos más que satisfechos, con la guatita llena y el corazón contento. Se los recomiendo 100%!