La Gatita en Higuerillas

Escrito por: gabriel bunster
F01 Ene 2010
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src=http://static.flickr.com/122/306963188_1bc12ce185_m.jpgLlamé por teléfono a mi primo el Nano Betteley que es conocedor de la zona mientras pasaba frente a Reñaca camino a Concón por la ruta costera.

Dame una picada en la zona, le dije. Andate a La Gatita pasado Higuerilla. Mi mujer no quería ir porque como llamarse La Gatita un restaurant, no le tincaba. Yo insistí y vimos el letrero pasada la zona de veleros del yatching club, a la izquierda.

Quedamos cuartos en la lista de espera de la señora en la caja y salimos a la calle a departir en animada conversa con el resto de los que esperaba mesa. Llegamos a las 12:45 del medio día de ayer domingo y ya estaba lleno.

Yo creo que estuvimos esperando media hora hasta que entramos. No quedamos con vista al mar que habría sido lo óptimo.

Me pedí un lenguado margarita ($6.000) y una Kunstman. La Andrea pidió un chupe de jaivas ($3.900).
Ambos platos exquisitos y abundantes o lo suficientemente pesados para quedar mas que satisfechos.
Yo me pedí de postre una copa de helados de vainilla, con un poco de cargo de conciencia, pues tenía ante mi vista a la pequeña multitud de los que esperaba alguna mesa de este pequeño restaurant.

Pregunté por el dueño, pero me dijeron que estaba trabajando en la pescadería de al lado. Me llamó la atención la buena onda de los mozos, que un de ellos mas parecía dueño que empleado. Le dije a la Andrea, mira el estado de ánimo en que trabajan estos tipos; deben ser parientes o no se que.

Buena onda el ambiente del personal que nos atendía, incluida la cajera que bromeó conmigo al momento del pago.
También buena onda el guitarrista que mientras esperábamos, a pedido mio, nos tocó un par de canciones a los que esperábamos.

Si, lo recomiendo; pero lleguen a almorzar tipo 12:30 si no quieren esperar como media hora, ya que no toman reservas.

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Gabriel Bunster

Comentarios:

La Gatita partió como el negocio alternativo de los dueños de la pescaderia de al lado, de hecho por dentro se conectan. Ahora es el negocio principal....Hasta hace un tiempo atrás se podia entrar a horarios razonables, pero se hizo famosa por lo frescos de los platos, las generosas cantidades, la atención y los precios. Aunque ahora ya no tiene los maravillosos precios que tenia antes. Un plato lleno-lleno de machas a la parmesana costaba la mitad de lo que cuesta ahora.... igual se llena. Es un restaurant hecho a pulso con mucha entrega, y amabilidad.

Hace un par de semanas partimos entusiasmados a la gatita porque íbamos a buena hora por lo que teníamos probabilidad de encontrar mesa...aunque eso no sucedió, quedamos terceros en la lista, espera super razonable. Nos llamaron, nos instalamos mientras nos limpiaban la mesa, pedimos pisco sour y la entrada de la casa mientras nos decidíamos por el principal...llegaron nuestros sour y nos quedamos esperando la entrada, al mesero se le olvido! luego cuando llegaron nuestros platos dejaron mucho que desear: el chupe estaba frio, una albacora no muy fresa...los limones nunca llegaban...en fin, ya no es la Gatita de hace un par de años.

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