Fallos Magistrales
La cocina es como el fútbol.
Amateur o Profesional, tiene noches de brillo y noches de agraz.
Hay mejores jugadores que otros, unos consistentes, otros más flojitos y otros que dan miedo cuando agarran el balón.
Como en el fútbol, uno tiene que tener la confianza del técnico, que en este caso es uno mismo y el respaldo de los hinchas, que vendrían a ser los comensales.
Cada cierto tiempo a uno se lo come la presión. Pongo por ejemplo mi experiencia navideña, donde por una semana me concentré en como iba a hacer el pavo, que gravy iba a llevar, cuanto por cabeza, que iba a haber de acompañamiento, y así. Esa noche fué de luz, me fui aplaudido y todos los comensales estuvieron felices con la comida.
Pero no siempre es así. Fallos he tenido, como el de la plateada no tan blanda, o como cuando un amigo me dijo que la salsa teriyaki era soya con ketchup y la preparé, con el inmediato desperdicio de ingredientes.
O cuando hice caldo de pollo por primera vez y me quedó con gusto a NA. O la primera vez que se me pegotearon los fideos y HASTA se me quemó el arroz (aaayyyy...)
Historias hay muchas, así que abro el post pa que cuenten algunas de las suyas y nos ríamos de las desgracias ajenas, en la cocina claro...
Saludos
Pancho®