El Cid al Almuerzo
Otro post desde Santiagoenpicada.cl
Hace 20 años atrás la oferta de los restaurantes de hotel era carne con arroz o carne con puré. Las cosas empezaron a cambiar con varios chefs extranjeros que tomaron cocinas emblemáticas de los hoteles de la capital, y le metieron de lleno el concepto de Cocina Internacional que conocemos hoy.
Joseph Gander es uno de esos chefs. Italiano, con fuerte influencia suiza, llegó a disciplinar la cocina del Sheraton, hasta ponerla en el lugar que hoy está: una de las mejores de Chile.
El Cid ofrece, además de su carta de cena, que lo ha hecho acreedor de innumerables reviews y premios, un almuerzo de nivel. La carta sigue funcionando pero hay una modalidad especial para cerrar negocios. Por $23.000 uno tiene derecho a un mesón de antipastos, 3 alternativas de plato de fondo que varían según el día, la degustación de postres y una copa de vino.
El mesón de antipastos está muy influenciado por el amor del chef por nuestros pescados y mariscos. De hecho es en un 80% productos del mar, muy frescos y abundantes. Pulpo (exquisito mi favorito) Calamar, palta reina con Centolla, patas de Jaiba, tiraditos de pescado, quesos de muchos tipos y hartas sorpresas para el que vaya.
Por otra parte los platos de fondo son abundantes y de materias primas de primera. El día que nos invitaron habían 3 alternativas: Carne (roast beef) Pescado (albacora, ñam) y un plato vegetariano. La carta varía según el día y el almuerzo ejecutivo es sólo de lunes a viernes.
Para muchos, los postres son la mejor parte del almuerzo. Aquí son el cierre perfecto para una comida impecable. Lo mejor de todo es que vienen en formato degustación, así que con dudas no se va a quedar, porque va a probar varios.
Fruta, helado de pistacho sobre merengue con lúcuma. Un bizcocho de arándanos con chocolate y más chocolate. Y más chocolate.
Cuando nos encontramos con un restaurant que ha tenido siempre tan buenas críticas, es obvio que las expectativas sean altas, más teniendo en cuenta que a nosotros nos marean las cartas y seguimos con nuestro esto es rico criteria. Lo bueno de El Cid es que uno se siente en una casa bonita atendido por gente que está preocupado de uno y con una cocina de calidad, que se nota llena de personalidad. Como debe ser en un hotel de lujo pues.
Consejo para todos. Tiene un gringo de invitado y uno de los días lo quiere invitar a almorzar o quiere cerrar un negocio. Vaya a El Cid, se va la segura con nuestra gran carta de presentación en el extranjero (pescados y mariscos) Es abundante y caro, para la ocasión, no le va a salir.
Muchos saludos a todos, en especial a Michelle Walbaum, mi compañera de mesa y anfitriona el día de mi visita y a Gerardo, el maitre, en extremo preocupado de como están los comensales.
Saludos!
Pancho Araya®