De paseo (perdon, trabajo!) por la Quinta Region
El Martes pasado fui a Viña y Valpo en busqueda de un lugar para dictar el Primer curso de Sommeliers en la Quinta Región. Mi primer desembarco fue en Indomita. Eran las 10 AM por lo que solo nos tomamos un tecito rico, sabroso, el salon bien montado como siempre, y ese olor a barrica agradable y fresco. El segundo lugar fue el Hotel San Martin. Debo reconocer que cuando se barajo como opcion, tuve el prejuicio de que el lugar era viejo y feo, pero me sorprendi gratamente. la recepcion moderna, amplia, de categoria internacional. los salones bien equipados, y el personal bastante discreto y profesional (todos saludaban o pedian disculpas al pasar por el frente de uno). Despues partimos a valpo, y ahi conoci un lugar que me dejo PLOP!. CASA HIGUERAS, un hotel boutique, 26 habitaciones de esas de las peliculas, forradas en madera de caoba ( con aroma y todo), con baños mas grandes que el living de mi casa, unas tinas de lunas de miel, pantalla plana y aire acondicionado. calefaccion digital y los radiadores escondidos tras la madera. una piscina espectacular con vista al puerto. solo imaginense la terraza. el restaurante montado perfecto entre negro y blanco, minimalista y discreto. claro, no soy el publico objetivo, la noche vale de 200mil para arriba y estan llenos todo el tiempo. si alguno de ustedes tiene la ocasion y necesita el lugar, LO RECOMIENDO. es bellisimo. para rematar, tiene sauna y spa!!!
la noche termino en el cafe turri, donde nuevamente el prejuicio me habia llevado a no conocerlo por creer que era un fuente de soda con sillas plasticas, ante lo cual preferiria ir al J. Cruz. pero como la persona que me acompañaba conocia al frances que es dueño, partimos. el lugar bonito, definitivamente no es una fuente de soda. el servicio amable, discreto y atento. la comida, regular/suficiente. suficiente como para no reclamar pero para pensar dos veces si volver o no (sobre todo con el pasta&vino al frente). nos comimos un carpaccio de pato con mango (lo pedi solo para probar la calidad del pato) y estaba aceptable, desabrido (logico, carne descongelada no se le puede pedir mas). mi segundo plato era un sashimi de atun en costra de sesamos, el pescado estaba comible pero JAMAS fresco. mi amiga comio una lasaña de tinta de calamar que estaba bastante buena (por la ventana se veia el diluvio, por lo que la pasta flotando en queso resulto la mejor eleccion). tomamos 2 kunsmann y nos comimos una degustacion de postres (bien dulces), todo por menos de 40mil.
conclusion: aceptable y suficiente pero nada inolvidable.
saludos, veronica