De la mano de un Restaurateur...
Pensando en un lugar tranquilo pero con onda para discutir los detalles de nuestra fiesta de matrimonio con mi Cristinita, decidimos conocer el Robinsonia.
Que les puedo decir; la propuesta es absolutamente bien lograda. Un lugar con aires rústicos y bien plantado, linda composición cromatica con un verde especialmente escogido para emular esa vasta vegetación que sorprende y entusiasma desde el avión cuando uno llega a la isla.
Los detalles de la madera casi en crudo y los pocos cuadros con motivos sobre y bajo el mar, te hacen ver desde un inicio un lugar que se perfila como un espacio para hacerlo de uno.
En la barra todo pasando, lleno de gente, las mesas mas informales de abajo estaban casi pidiendo que les pusieran otra barra ahi mismo y la carta con toda su bateria juan fernandiana te exige una segunda visita.
De la comida, los tragos, la atencion y el anfitrion... ufff... clap, clap, clap; ah... y la carta: amplia y profunda, para sumergirse en caldos, salsas, picores, crocancias, guisos, sopas, tapitas y el inolvidable sabor del cangrejo dorado mezclado en una sopa con vermicelli de arroz y sus patitias de jaiba en version vietnamita... por decirlo solo, adorable.
El servicio algo apanado en la mitad de la noche nos hace llegar una creme brulle de guayaba fernandiana que para mi era maracuyá y resultó ser una variedad muy similar a la del fruto de la pasion, novedad que saca aplausos por su delicadeza y frescura.
Un lugar que con mi señora no vamos a abandonar nunca, le dimos el si para siempre, tal cual lo haremos en nuestro compromiso marital, porque para eso estan los lugares como estos, para hacerlos de cabecera.
Un concepto logrado con creces, con una preocupacion en todos los detalles; sencillo, cordial, chic pero no tanto y con muchas ganas de expresarce desde sus quemadores.
Si existieran los premios a los restauradores (premio a los creadores intelectuales), sin duda que Jaime Landeros obtendría una altísima distinción, es un crá de adeveras.
Felicitaciones y bienvenido a la dimensión de la restauración 2.0
PT