Confitería Torres, Isidora Goyenechea
No fue muy afortunada mi primera visita al Café Torres de isidora, ya había estado en el el clásico de la Alameda, y me había llevado una buena impresión, esta vez no fue tan así, no mal, pero nunca excelente.
El primero, el de la Alameda tiene su historia, presidentes, intelectuales, musicos, escritores han pasado por sus mesas, el lugar se impone por peso. En el caso del del de Isidora se hizo un buen trabajo rescatando lo esencial del estilo, modernizandolo (vintage-cool?), entrada abierta, gran terraza para ver y que te vean, buena e impresionante barra en el medio del local, ambiente mas cerrado hacia el interior. Te recibe un maitre que te acomoda en tu mesa y te deja instalado, me recordó mucho a Jaime, el maitre del antiguo Albero en la misma calle de hace unos años atras (me declaro un viudo del Albero, dicho sea de paso).
Partimos con varias perdidas en el menu ofrecido, es decir, muchas ingredientes que no habian, me decidí por un filete al cilantro con pastel de chuchoca, después me enteraría que es uno de lo clásicos del centenario restaurant, mis acompañantes chupes de locos, y costillar de chancho. La carta es mas bien corta, no mas de 10 platos principales, sin demasiados platos que llamen la atención, no se si es la redacción de la carta, lo poco destacado que se encuentran en el menu, pero uno se queda con la sensación de que no hay mucho donde elegir, y menos donde sorprenderse. Claro que estan los huevos chimbos, una receta de la colonia chilena, o el congrio con salsa de picorocos, pero no mucho mas allá de eso. Es una cocina simple, y bien preparada, sin grandes sorpresas. Me da la impresión que es el tipo de restaurantes como el antiguo Club de El Bosque, o el Der Munchen del mismo barrio, cocinas simples bien preparadas donde pesa mas la tradición y la gente que los frecuenta que su cocina. Eso suele pasar con varios restaurantes en Chile, donde pesa mas la tradición que el restaurant en sí. En la sucursal del centro hay historia, el lugar ayuda, aquí habrá que trabajar mas en cuidar la carta y el servicio.
No pude probar el filete, no había. Fue un lomo vetado al cilantro con pastel de chuchoca. Se demoraron tanto en traernos los platos que el mozo para compensar nos regaló unas empanadas de queso y una ronda de bebidas, gesto que se agradece y que ayuda a aminorar la molestia, aunque igual uno se queda con una sensación poco agradable. El Pastel de Chuchoca, todo un descubrimiento, pequeñito pero bueno. El mozo a pesar de que se preocupó por el evidente atraso en la cocina, no se preocupó demasiado de nuestra mesa.
Telefono: 3332639
Promedio por persona, sin vino: $13.000 pesos
A Alvaro Portugal
Fundador de la empresa de Tecnología y Estrategia Digital Blue Company, creador de LaBuenaVida.cl, Vicepresidente de la Corporación por las Cocinas de Chile: PEBRE, Presidente de la asociación gremial de empresas de tecnología: ChileTec AG, y Columnista de la Revista gastronómica: Varietal.