Comida de casa
Hola a todos. Hace días que tenía ganas de contar algo que me viene pasando hace tiempo. Por mi tipo de trabajo, tengo que recorrer muchos lugares en auto, casi día a día. Por ende, hay ocasiones en las cuales no alcanzo a almorzar en mi casa.
El punto es que a mí me gusta la comida hogareña: la carbonada, el guiso de cualquier verdura, las legumbres, las tortillas, etc... y no aguanto mucho las comidas secas. Y si las como, tengo que tomar sí o sí, una sopa. Costumbres de conchagüina, nada que hacer.
Bueno, en general cuesta encontrar un restaurant en donde te ofrezcan esas cosas y en donde además puedas estacionarte. Situémonos eso si, en que es la hora de colación y no el lugar en donde vas a comer con 5 tenedores un plato exquisito. Me refiero al restaurant o fuente de soda en donde se come diariamente, como aquellos que hay en el centro (de los buenos y de los malos). O aquel restaurant de Rancagua en donde comí hace poco una deliciosa cazuela y mi amiga un pescado frito espectacular... todo por $4000.
Sin ir más lejos, el otro día, andaba por Irrarázaval cerquita de Vespucio. Tenía un hambre atroz! Me di 1000 vueltas y sólo encontré servicentros, en donde el plato principal era Daily Fresh y hot dogs flaquitos. Luego, pasé por fuentes de soda, en donde sólo había sandwichs y completos, al igual que en los carritos del bajón que también divisé al paso.
Finalmente, encontré un restaurant que se llamaba 4 Puntos en donde me estacioné y me dije aquí debe haber algo. Pensé mal, porque era un lugar en donde sólo tenían carnes y sandwichs (nuevamente). Ni siquiera una sopita, una cazuela... nada. Para peor, atendido por el típico garzón medio frescoide.
Así que me resigné, tomé aire y me terminé comiendo un sandwich de pollo medio crudo, acompañado de papas fritas algo aceitoso-quemadas y un jugo de frutas. Ni siquiera me comí todo, estaba desmoralizada. Para rematar... caro.
Lo peor fue que, caminé un poco más hacia Vespucio y habían otros lugares para comer. Ahí me dije aquí pasaré la próxima vez! pero, en todos ellos el menú era carne con tallarines pollo con puré, pulpa con arroz... di media vuelta y pensé que quizás, así era difícil vivir sanamente. Y es increíble que muchas personas comen ese menú todos los días. Y cosas peores que aquellas, pues estoy dejando afuera el fast food.
¿Qué pasa que el santiaguino prácticamente ya no come platos guisados? ¿En qué momento nos volcamos a la proteína con el carbohidrato puro y seco? ¿No es rentable hacer y ofrecer comida más sana en un local de almuerzos?
PD: No darse por aludidos los restaurantes de noche.
Saludos a todos.