Otro almuerzo de esos meorables con colegas, esta vez en el restaurant Aromas y Sabores (creo que ese es el nombre correcto), se trata de un gran espacio ubicado en plena Av. Independencia, donde encontrar algo sin cara de picada es muy dificl.
Entrando se siente la fría recepción de los aires acondicionados, lo que contrasta enormemente con la calidez de las personas que atienden. El local se encuentra separado para fumadores y aquellos que aun no disfrutan de las bondades del dios del fuego. Bueno, volviendo al tema del servicio debo comentar eso sí que el mozo insiste en anotar (en la misma libreta negra de todos los mozos) y traer primero los bebestibles, y luego de traer eso recién anota el pedido.
La comida llega rápido, en el caso de las carnes (que fue lo que pedí) viene exactamente en el punto solicitado. Las ensaladas vienen en una porción más bien humilde pero suficiente, porque no se trata de uno de aquellos restaurantes para quedar con el ombligo hacia afuera (ya les comentaré más adelante de esas experiencias). Volviendo al tema de las ensaladas, éstas se aliñan con aceite de oliva (en un botella más que reciclada así que no creo que sea marca Casta) de muy buen sabor y con aceto, lo que para los amantes de esos sabores es muy agradable. Para aquellos de gustos más tradicionales, les comento que tambien "le posee" jugo de limón.
En general y desde mi perspectiva le pondría una nota 6.5, no le pongo un 7 porque ese es para mi mamá que cocinaba muy rico.
