Ana María y Mr. Jack / No se equivoque
Ayer en jornada doble. Hace muchos años que no hacía ésto. Al almuerzo en Ana María y en la noche Mr. Jack. Hoy, eso sí, puntual a las siete de la mañana, estaba trotanto por Vespucio.
a. No se equivoque: Ana María.
Por su ubicación, es muy posible ingresar a la serie de moteles que hay en el vecindario. O como en mi caso, quedamos de juntarnos en la puerta del referido lugar, y claro, estaba en la puerta de un Motel. Y la gente que pasaba me miraba con picardía considerando que a cada rato miraba la hora. Pero no. El punto, es que cuando me di cuenta, rectifiqué y decidí esperar adentro. Una de las cosas buenas de este lugar, es la atención. El almuerzo fue bastante tenso, con gritos y exclamaciones algo groseras, pero nadie puso mala cara, y de hecho, cuando llegaron dos platos de erizos, el mozo incluso bromeó. Lo raro, es que no tenían pollo. Así que tuve que comer carne de vacuno: Lomo Liso en corte Mariposa con puré. Impresionante. Muy rico. Hace mucho tiempo que no comía carne, y el sabor de la carne me gustó mucho. Además, la trajeron en el grado de cocción solicitado: Muy cocida. Y aún así, estaba jugosa. Los comensales entre grito y grito, comentaban lo bueno de sus platos: Plateada y los mentados erizos. De postre, uno de los comensales, pidió papayas y ofreció. Pero no acepté. Bottom line: Muy bueno el lugar. Tiene estacionamiento por la calle de atrás. Y uno ve a la señora "Ana María". (Una cosa que escuché, cuando estaba sólo, es que le ofrecían a una pareja sentada cerca mío, trece variedades de pescados, todos cocinados a la plancha. Igual es harto pescado, ah! No recuerdo ningún nombre, pero a quien guste de ellos, se trata de un buen lugar).
b. Mr. Jack. Ayer como a las 21:00 en otra intencionalidad, con mi novia a Mr. Jack. Estaba lleno. Y si bien la decoración me parece rara, con esa escalera de fierro, el lugar brilla en otras variables. Mi novia pidió una Mr. Rod; y yo la "Mr. Blue". De nuevo carne. Y las hamburguesas estaban impresionantes. La mía tenía un montón de cosas que a esas alturas, por cansancio no pude identificar, pero estaba rico. Mi novia por su parte, comenzó a insinuar que la Fuente Suiza ya tenía un reemplazante -considerando que además nos queda cerca-. Por supuesto, espeté que no. La atención fue muy atenta y cordial. Qué bien eso. Felicitaciones al lugar, por la propuesta, la intención de los platos, y la gente que contratan. Volvería hoy. Slds. r