Almuerzo en Le Flaubert: caro y con gusto a muy poco

Fuimosa almorzar al Le Flaubert, en Orrego Luco (Providencia). Antes había ido a lahora del té y ambas experiencias tuvieron en común una atención poco amable ydespreocupada de parte de los meseros. Pero el té estaba bien. El almuerzo encambio, fue una frustración. Pedimos el menú del día y la primera sorpresa esque -pese a que vale $ 5.900-, ¡¡hay que optar entre ensalada o postre!! (Pedimosla ensalada. El postre era “una bolita de helado”, como dijo el mozo. O sea,nada que hubiera disparado los costos de un menú de $ 5.900!). Y más encima, laensalada quedó inmediatamente arruinada por un aliño de mostaza que estaba demasiadocargado al limón. De segundo, un pollo asado con arroz que no era más elaboradoque eso: pollo y media taza de arroz. Definitivamente no es el lugar para ir aalmorzar en la semana. En esa misma calle hay tres o cuatro restaurantes más quecreo que vale la pena explorar la próxima vez.