Rosquillas de anís...que estás en los cielos!

Advierto: Para los españoles o quienes conozcan las famosas rosquillas de anís o simplemente rosquillas que se hacen en la Madre Patria, este mensaje podría ser de utilidad. O no. Siga leyendo mejor.

En Panadería Lo Saldes de Apoquindo creí haber hecho uno de mis grandes descubrimientos del otoño-invierno 2011 cuando, en una caminata casual, encontré unas tiernas, bien embadurnadas de miel y no tan grandes (como deben ser) rosquillas. La masa se deshacía en la boca, se podían incluso pinchar con los dedos creando el malsano hábito de jugar con ellas (se supone que no se juega con la comida, como dicen los papis).

El caso es que en dos ocasiones volví al lugar sólo por comprar 2 ó 3 rosquillas que saciaran mi antojo. Incluso fuí a la sucursal de Vitacura...Y ahí empezaron los problemas o, si no se quiere exagerar, las irregularidades.

1.- Siendo la misma panadería Lo Saldes que hay en Vitacura, en ésta última NUNCA han escuchado hablar de las rosquillas, donuts o como quiera llamarlas la clienta. Casi me tratan de loca por enfatizar que una semana atrás había comprado este producto en Apoquindo, que se disponen sobre una tortera con tapa, que no son los calzones rotos, que no, tampoco estoy hablando de las sopaipillas, que claro que conozco los berlines y que lo que yo busco no es nada de eso. En fin, viaje perdido: en Vitacura ni asomo de rosquillas.

2.- Una semana sí, otra no: no sé las razones pero el caso es que en Apoquindo producen rosquillas en número indeterminado. A veces hay, otras no. Y nadie sabe explicar más. Mal por el servicio, parece que uno estuviera preguntando por bencina o pasta de dientes.

3.- Ya no son lo que eran: este jueves volví a comprar rosquillas y síiiii, sí habían. Pero la textura no es la misma de mi primera experiencia. Entonces me pregunto, y aquí va todo el fin de este relato, cómo un producto puede cambiar taaanto entre un mes y otro, entre un día y otro. Masa reseca, cubierta de miel casi inexistentes, adiós bolita esponjosa...adiós Lo Saldes.

Creo que no volveré a caer en la tentación...oh! Tú, rosquilla que estás (estabas) en los cielos, sigue ahí antes de que te bajen rotúndamente al subsuelo! 

p.d.: ¡es hora de que haga mis propias rosquillas quizás!

Adiós...

María Estela