DIM SUM EXPERIENCE

Mucha agua bajo el puente, muchas botellas descorchadas y muchos proyectos por aqui y por alla; lo que trato de decir, es que han pasado lunas desde la ultima vez que escribí en este lugar, y en esta oportunidad me convoca contar un entretelon culinario.

Lo tenía en mente desde hace un buen rato, porque se trata de un lugar que me tenía con unas expectativas muy altas. Soy un amante demente de todo tipo de masitas, wraps, buñuelos, crocatas, panini, sandwich y todo tipo de burrito, enchilada o empanada que contenga proteina saborizada en su interior.

Los gyros de grecia y las empanadas salteñas me tienen la vara alta, quizas porque comí muchas en mis respectivas estadas de mucho tiempo en aquellos países; pero esto que quiero mostrarles, era una suerte de epifanía incumplida, donde siempre quise asistir y degustar pero en su versión original, sin bypass y sin gustos adquiridos, imitados y de segunda o tercera fuente.

Se trata de esos restaurantes tipo palacio de comida china en donde se pasean carritos con vaporeras al baño maría, con una serie de pequeñas gyosas estilo dim sum de origen netamente CHINO, y que surte de una variedad de al menos 12 tipos de masas con diferentes rellenos.

Masas planas tipo canelloni, masas infladas con mucho royal y masas caramelizadas con almibares y empanizadas con semillas de sesamo. Todo un festival de masas envueltas para comer con palitos y untarles con soya a alguna salsa rica medio agridulce del tipo tamarindo.

Las chicas eran unas maquinas, no hablaban ingles y simplemente se dedicaban a decirte.- beef, pork, chicken, cheese, vegetables. Preguntarle que mas tenia cada envueltillo, era perder el tiempo, ellas sin mucha paciencia, sino pedias, se iban.

En resumen, fue todo lo acontecido, es decir.- chicken, pork, beef, cheese y alguna otra que no se entendio, pero luego probando se pudo dilucidar. A todo esto estabamos de luna de miel con mi Cristinita el año pasado, en el chinatown de San Francisco (CA), el mas grande China Town del mundo lejos de China. Mi señora entro convencida, porque ya me habia pasado 04 horas viendo chimuchina de minas que me tenia un poco hasta los rabanitos; entonces entendió un poco mis ganas y desesperacion.

La dinamica, es estresante, el servicio increible, te verde, vasos de agua a cada rato, pero mucho stress. El hecho de tener poca informacion a mi serñora le cargo, pero mientras aparecian estas pelotitas llenas de sabor agridulce adictivo y yo con mis palitos las agarraba como quien gana puntos en un juego de Atari, me hizo sentir realmente satisfecho.

Pase por masas dulces y saladas, rellenos picantes y agrios, cubiertas crocantes y caramelizadas; en una suerte de trance estomacal hice que entraran a lo menos 17 de estas bolitas, que si se fijan no son tan chicas como las gyosas de los sushis o los wantanes del chino de la esquina.

Experiencia totalmente satisfecha, con solo el lamento de mi señora que reclamaba por las chinas histericas que te correteaban con los carritos. Pero, pensandolo bien, no se le ve tan stressada en la foto, cierto?

Un abrazo contertulios y que alguna vez tengan la suerte de satisfacer aquellos animos intestinales tan raros que, muchas veces deben de venir de algun pasado heredado en nuestro arbol genealogico. La ultima foto es un bonus track de mi reina en Venice Beach (LA) esperando la orden para un baby back rib con salsa BBQ; California la lleva big time, y no es chiste.

Gracias y buenas noches

PT

La Bifieria