Café Marliz...
Hace aproximadamente dos meses, en la esquina de Colón con Piacenza (comuna de Las Condes), se abrió una cafetería bastante llamativa, con muy buenos colores y grato ambiente, que era por lo menos lo que se veía desde afuera. Cabe destacar, que vivo a sólo 50 metros de ella, por lo cual paso todos los días cuando llego de mi oficina, y cada vez, está lleno, lo cual me motivó aún más a ir, y ver qué tan buena era.
Fue así, que con un amigo italiano, decidimos ir, ya que viendo este panorama, más comentarios de amigos que habían ido, nos pareció justo ir a ver de qué se trataba.
Nos sentamos afuera, en una pequeña terraza, un poco estrecha, pero basta para tener las 4 ó 5 mesas que habían afuera en ese minuto. La atención, fue más bien rápida, pero desde que nos tomaron nuestro pedido, hasta que llegaron los productos, fueron fácil, 15 mins., algo que no debería por qué pasar, en una cafetería donde habían cerca de 4 garzones, y donde no habían más de 6 mesas con clientes.
Lamentablemente, y donde se cae la mayoría, nos llevaron una carta de plástico, como si fuera una carpeta, la cual no tenía ninguna relación al ambiente donde estábamos y al producto en general que se estaba vendiendo. Un espacio lleno de luces, buen ambiente, se puede conversar, agradable olor, espacio, etc, pero que lamentablemente, no coincide con una carta de plástico, y que hace inmediatamente, bajar los puntos ganados inicialmente.
Es cierto que puede ser una carta provisoria debido a que están en marcha blanca aún, pero son detalles, y como todos sabemos, los detalles marcan la diferencia. No se trata de ser demasiado exigente, que puedo parecerlo, sino de ser consecuente con la imagen que queremos entregarle a nuestros clientes. Me parece que puede ser una carta provisoria simple, en un bonito papel impreso, y que se encuentre ordenada y limpia.
Retomando el hilo, nuestro pedido fue: un ristretto, que más bien parecía cortado, un café americano, un cheescake de queso crema (bastante bueno, se los recomiendo); y un sandwich de ave palta, bastante generoso, donde la palta se notaba que estaba bien de madurez, y el pollo había sido sellado previamente en la plancha, lo cual le aportaba un sabor distinto, y agradable.
Esta cuenta, nos salió aproximadamente $6.900.- pesos, lo cual considero que es un precio razonable y asequible.
Para terminar, en una segunda oportunidad, decidí pasar a probar los helados, los cuales son hechos ahí. Son un poco caros, pero les aconsejo el "Marliz