Voy a tratar de ser lo más objetivo en mi relato y así puedan juzgar la experiencia...
De Temuco viajamos a Concepción un grupo de colegas, a un seminario acerca de una temática relativa al área en que nos desempeñamos (soy psicólogo). Después de estar todo el día encerrados en un auditórium, 3 de los que conformábamos el grupo decidimos ir a tomar algo temprano para llegar también temprano al lugar donde nos alojábamos, y pedimos sugerencia a la gente de Conce, donde era mejor y más seguro. Nos dijeron que fuéramos al sector de Pedro de Valdivia, que íbamos a tener varias opciones. Después de dar un par de vueltas decidimos entrar a un Restobar de nombre Madero. Antes de entrar, una señora se nos acerca y nos pregunta que buscábamos, ante lo que respondemos que estábamos dando una vuelta para ver donde entrar (la señora estaba conversando con el cuidador de autos por lo que yo y mi colega asumimos que era su amiga, pareja o algo así). Entramos (cerca de las 19:30) y había muchas mesas reservadas, pero el local vacío; elegimos una cerca del escenario. Se acerca la mesera y nos toma el pedido: aprovechando el happy Hour (el que se nos aclara, consiste en recio rebajado y no 2 por 1), mis amigos piden un vodka cada uno y yo veo en la carta un trago de Vodka con Albahaca, que hacía mucho tiempo no probaba y me tentó: estaba muy bien preparado así que me alegré de mi elección.
Pasó la hora, discutíamos acerca del día y pedimos otra ronda... ahí empezó lo extraño...
Se acerca la mesera para empezar a instruirnos de la primera política del local: solo se puede pagar en efectivo y con tarjeta (yo ningún problema, hace siglos que no salgo con chequera). Ya pasadas las 22:00 horas, se nos indica la segunda política del local: solo se vende 3 tragos por persona (no se Uds. pero es el único local que conozco tiene esa política). En ese momento notamos que había llegado más gente y se estaba empezando a llenar. Me dio lata tanta política del local y como me quería pedir un trago más, pedí la carta y opté por un Glenlivet (me encanta el whisky de una malta, pero además pedí algo caro para ver qué pasaba). En ese momento es la encargada (o dueña quizá, pero era la que conversaba con el cuidador de autos cuando entramos) del local la que me trae el whisky... mi amigo,por ver su reacción, le cuenta que venimos de Punta Arenas, y que estaba feliz por lo acogedora que era la gente en Conce y lo bien que nos habían atendido... acogedoramente, esta señora nos sugiere que la pasaríamos mucho mejor en el Pub de enfrente!!!, con esa frase, me quedó claro que no éramos bienvenidos en el local... Pagué y me fui (queríamos comer algo de hecho, la cocina se veía buena, pero quizá nos hubieran dicho que por políticas del local uno tenía que comer primero y consumir alcohol después).
No sé si por ser de Temuco existen en Conce algunos códigos que no comprendo, o que rollo se habrá pasado esta señora con nosotros, o si éramos muy picantes, o quería la mesa para clientes regulares que consumen más, pero la verdad, nunca me había sentido así de discriminado en ninguna parte.
Pudiera tratarse de un malentendido, y más que no recomendar el lugar, este post es porque sí pase un mal rato, y quizá debiera tener más cuidado en la atención que dan a clientes no regulares.
Espero comentarios (de la gente de Conce particularmente) y saludos!
