Almuerzo al Club de yates de Puerto Montt.
Hacia tiempo que no había vuelto en este restauran ya que hacia parte de mi lista negra por lo que sirven bajo una etiqueta de comida "chic "de Puerto Montt. Pero como pueden cambiar con el tiempo porque no hacer un intento, el segundo si no fue el tercero, a fin de ver si cambiaron algo.
Lo interesante de este lugar, cuando llega, es que no hay problema para estacionarse. No necesita de hacer mil vueltas de la mazana o ir en un estacionamiento subterráneo siempre lejos por esta región lluviosa. Un terreno desocupado se encuentra justo al frente y todos se estacionan ahí.
La gracia del lugar, fuera del estacionamiento, es su ubicación. Construido sobre palafitos, no los de Angelmo, pero al lado opuesto de la bahía de la cuidad cerca del "nuevomall. Permite de tener una vista sobre el mar y toda la cuidad como si estaríamos en un barco listo para zarpar hacia unos nuevos horizontes gastronómicos.
Ya... Llegamos a la mesa. Pedimos un tradicional pisco sour y para variar pedí un bloody mary. Nada que decir por el pisco sour