MAKANDAL, Le falta mucho
Fuimos al Makandal esperando algo de calidad diferente. La comida es realmente extraordinaria, sabores inigualables con algunos aires del Puerto Fuy. Lo único objetable de mi visita es la inexperiencia de quienes atienden, quitándole todo el ambiente de seriedad y calidad que debería tener. Sin menospreciar el esfuerzo del mozo que nos atendió, su inexperiencia e inseguridad daban para enojarse frente a los no módicos precios.
1. Pedimos vino en vez de aperitivo, el cual nunca se nos ofreció mientras escuchábamos en la mesa de al lado como les daban alternativas de cortesía. En ese día también estaba la promoción de los vinos reserva la cual al comparar los precios de la carta con la promoción se veían precios diferentes.
2. Después de largos minutos de espera teniendo 5 cartas sobre la mesa nos llegó el vino solicitado, el mozo con dificultad y manoseando la cabeza de la botella logró descorcharla y la sirvió directamente en las dos copas sin darnos la posibilidad de catar.
3. Aproximadamente 20 minutos después de servido el vino, se nos acerca nuevamente (muy amable como siempre y muy nervioso a la vez) para preguntarnos si comeríamos el menú de degustación. Ante la respuesta positiva se retiró dejándonos las 5 cartas antes mencionadas sobre la mesa. (En ese minuto ya veíamos como los de la mesa de al lado quienes habían llegado después que nosotros les servían agua con un jarro y les traían el primer palto)
4.Comenzaron a llegar los platos, los cuales son realmente buenos, pero el nerviosismo del mozo lo seguía traicionando, olvidando los detalles de cada plato que debía explicar, solicitando ayuda a otro mozo quien se veía experto en la materia.
En fin, la comida exquisita, el precio bien para la comida muy mal para el ambiente y atención.