Per Piacere Maltrata a sus clientes
Vengo llegando muy, muy decepcionada del Per Piacere. Quise hacer uso de mi tarjeta de cliente preferencial con 50% de descuento en comida los fines de semana. Quien parece ser el administrador (un tipo canoso, bajo, gordo y muy mal educado), me explicó las condiciones antes de sentarme con mi pareja en la mesa: que no era compatible con otras promociones porque es un negocio (cosa que ya estaba de más mencionar...es obvio que es un negocio, no?). Nos sentamos y pedimos unas pizzas y cuando estábamos comenzando a comer se nos acerca un hombre que no estaba vestido de mozo y este señor descortés, a decirnos que la promoción debe ser acompañada por consumo de bebestibles, que si acaso no teníamos sentido común, que eso es un negocio (...de nuevo...), cosa que no queríamos, sólo queríamos probar esas pizzas, no solemos acompañar las comidas con líquido. Yo intenté explicarle que en ninguna parte (ni en la página web, ni aquí en facebook, ni en la carta) aparece nada al respecto, y que por último podría habérmelo mencionado con la otra información que me dio al principio, pero ni siquiera me escuchó y hablaba por encima mío. Nos hicieron sentir tan incómodos, ofendidos y avergonzados con este ataque doble, que preferimos irnos del local. Mientras salíamos, nos seguían gritando cosas por detrás frente a presencia de otros clientes. Nos gritaron que ESE NO ES EL HOGAR DE CRISTO!!! Había leído varios comentarios negativos respecto a quienes llevan este negocio, pero preferí comprobar lo que se dice son buenos platos y ricos tragos, esperando no tener las experiencias de las cuales leí. Y he ido varias veces, tanto que saqué la tarjeta de cliente preferencial. Si no quieren que la gente utilice esas promociones, para qué diablos las hacen????? Por último, es antiético tratar a alguien de esa manera, exponerlo, avergonzarlo, humillarlo frente a otros. Simplemente no se puede tratar a un cliente de esa forma! Ojalá que más gente tenga experiencias de este tipo para que sus dueños se den cuenta de la calaña de trabajadores que allí tienen. Nunca me había sucedido algo de este tipo en ningún lugar de todos los que he visitado. Así, lo único que lograrán es espantar a sus clientes. Escribo con mucha rabia e impotencia, pero relato los hechos tal y como sucedieron.