Pasta e Vino, buena comida con sabor algo amargo.

Escrito por: carlos jara
F01 Ene 2010
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Hola a todos.

Hasta ahora debo confesar que habia hecho bastante uso de este util blog, sin aportar demasiado, esto es me habia limitado a leer comentarios para decidir donde ir a comer, sin darme el tiempo de comentar a su vez mis salidas.

En este caso me tome ese tiempo, aunque esto se deba lamentablemente a una experiencia algo desagradable.

 

Los hechos: 

Ya conocia el restaurante Pasta e Vino, al cual habia ido hace 2 meses durante las vacaciones de verano. En esa oportunidad, se reservo una mesa con anticipacion y no hubo ningun problema. La comida fue muy buena, lo que me motivo a volver con un amigo que estaba de paso en Chile. En total eramos 4 personas.

En esta oportunidad, para mi sorpresa, estaban funcionando sin reserva, o sea el primero que llegaba era el primer atendido. Si bien este ordenamiento basico puede parecer justo, no parece corresponder a lo que uno espera en un restaurante establecido. Llegamos a las 7:30 PM del sabado, y al preguntar al personal me reiteraron que no se podia hacer reserva e indicaron que abria a las 8.

 

Nos fuimos  a dar una vuelta (error!) y volvimos a las 8:15, y ya estaba todo lleno, salvo dos mesas. Nos indicaron que no habian mesas y que deberiamos esperar. Preguntamos por las dos mesas vacias pero nos indicaron que correspondian a mesas reservadas de antemano por un hotel con el cual tienen convenio.

 

La administradora del local nos indico que podiamos comer en la barra si queriamos. No queriamos comer en la barra ya que impedia mantener una conversacion entre todos nosotros al estar colocados en fila. Le indicamos a la administradora que podiamos ESPERAR en la barra mientras consumiamos tragos y un par de entradas, a la espera de que se desocupara una mesa.

Al sentarnos, un mesero nos dice, en tono bastante antipatico (esto es subjetivo, pero todos los 4 lo sentimos asi, asi que algo de eso tiene que haber habido): "Se quedan a comer aca o no?" (nada de anteponer un "disculpe", o cosas por el estilo)

 

Consumimos una cerveza (bien helada), agua mineral, un jugo de piña (de caja, bastante malo) y un Campari tonica (ok). De entrada dos platos de camarones con salsa con mani, muy buenos.

Mientras comiamos, vemos llegar a otros dos comensales (tipo 8:45), que obviamente conocian a los meseros, saludando a dos de ellos y luego se sentaron a esperar tambien una mesa. A esas alturas, estaba a punto de desocuparse una, pero para sorpresa nuestra los que la "llevaban" para ocuparla eran dichos dos comensales en vez de nosotros. De algo nos sirvio estar sentados en la barra y lo pequeño (pero acogedor) del lugar ya que escuchabamos los dialogos entre meseros, barman, y administradora. Sin DECIRNOS NADA, NI SIQUIERA RETIRAR LOS PLATOS DE LAS ENTRADAS, un mesero (el mismo "antipatico"), NOS PONE LOS MENU EN FRENTE DE CADA UNO DE NOSOTROS, como instandonos a pedir el plato de fondo y quedarnos instalados ahi. 

Le reiteramos al Barman, quien hasta ese momento nos habia atendido ok, que nosotros estabamos ESPERANDO mesa y que estabamos solo "de paso" en la barra. Mueca de el, y otro round de cuchicheos con la administradora, otro mesero, y la pareja de comensales que habia llegado. Esta pareja se retira despues de la conversacion, y de ahi en adelante el barman paso a ignonarnos, en cuanto a atencion.

 

Se desocupa una mesa pequeña, en que caben cuatro pero algo apretados. Otra mesa de 4 ocupantes esta tambien proxima a desocuparse pero en un rato mas. 

A todo esto, justo en ese momento llego una pareja de dos comensales.

Obviamente le convenia al restaurante hacernos esperar un poco mas, y ubicarnos en la mesa de 4, dejandole la mesa de dos a la nueva pareja, de manera a copar todos los espacios disponibles (al darle la mesa de 4 a la pareja, quedan 2 espacios sin ocupar).

 

La administradora (correctamente) nos da la opcion a elegir: ocupar la mesa pequeña inmediatamente , diciendonos que en ese caso habria que traer dos sillas mas, o esperar algo mas la mesa mas grande. Decidimos tomar la mesa pequeña. Otra mueca del barman, y otra discusion con la administradora, diciendole (lo escuchamos todos :-)!, "NO, NO, PONLOS EN LA MESA DE 4, QUE ESPEREN". Se vuelve hacia nosotros, e indica: NO PUEDEN OCUPAR ESA MESA PORQUE ES MUY BAJA Y LAS SILLAS (extras) NO CABRAN". 

Obviamente, como la mesa era CUADRADA, y SIMETRICA, esto era mentira (o el barman debe haber reprobado geometria basica en el colegio, perdon por este comentario acido :-)).

 

Le respondimos que la administradora ya habia mandado a buscar las sillas, y nos fuimos a instalar en la mesa. Despues de aguatar una indiferencia de 10 minutos de parte de 2 meseros libres, otro se nos acerco de manera deferente a ofrecernos la carta.

De ahi en adelante, no mucho que criticar, la Chef (y aparentemente propietaria) se acerco a ofercernos los platos del dia), y la comida fue bastante agradable. Comimos raviolis rellenos de alcachofas (rico), dos platos de gñoquis de centolla (menos ricos), y el ultimo plato creo que tortellini con tocino o algo asi.

Los postres: nos llamo la atencion el helado con merken, muy interesante el sabor. El mesero nos atendio bien, y se llevo una bien merecida y correcta propina.

Los precios, bastante razonables, nada que decir.

 

 

Mis reclamos puntuales:

- ojala funcionaran con reserva, sobre todo si les dan esa oportunidad al hotel con el cual estan asociados. La reserva es especialmente importante para alguien que va desde Santiago, y llegar, no encontrar mesa, y encontrarse que si le dan esa posibilidad a otros clientes, no es agradable.

- deberian mejorar la atencion, definitivamente. Uno llega a estos locales esperando un trato amable y definitivamente este no fue el caso, salvo de parte de la administradora (y el 2do mesero). Hubiera bastado algo mas de disposicion de los mencionados 1er mesero y barman, para hacer de todo esto una experiencia mas agradable para todos, y mas provechosa para el restaurante. Cosas como darnos la opcion de elegir, y sobre todo no hacer cosas a nuestras espaldas sino de manera insidiosa (eso de poner los menus delante de nosotros sin decirnos nada es de pelicula); mantenernos informados sobre cambios o distintos acontecimientos. Preguntarnos si quedarnos en la barra a comer en vez de esperar era aceptable. Y definitivamente en el momento en que la mesa pequeña se desocupo, no tratar de hacernos esperar "a la fuerza" mediante mentirillas (como que no cabiamos ahi), sino explicarnos que a ellos les convenia hacernos ocupar la mesa de 4 (probablemente habriamos aceptado). A veces les tocaran clientes mas dificiles, pero en ese caso simplemente deben esmerarse mas en atenderlos.

- ordenar la administracion: o sea el barman JAMAS puede contradecir lo que dice la administradora, en cuanto a ubicacion de comensales. Nada mas que decir aqui.

 

Conclusion: la comida buena, quizas con mejor atencion la hubieramos encontrado super (como la primera vez que fuimos), pero no fue asi. La atencion, mala, y ojala cambien. Yo trate de hacer mi parte como cliente, reporteando este accidentado paso por el restarante, y tambien me esmere en dejar una propina decente (15%), para no quedar como "picado". Lamento no poder recomendarlo, con el actual sistema sin reservas.

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Dirección:
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Carlos Jara

Comentarios:

Concuerdo contigo que la atención al cliente es la base para que te agrade un lugar. Yo no he conocido este restaurant aún, pero tal como tú, sabía que durante Abril iban a probar atender sin reserva, debido a esto, fui el sabado confiadamente y muuuy temprano, porque suponía se llenaba. Feliz estaba al llegar y ver que existian mesas vacías, pero sorpresa!!! ya no era por orden de llegada, habían cambiado a reservas nuevamente!. Me parece una buena medida si es que se llena mucho, pero me cambiaron las reglas del juego!!!! Yo ya creo que cuando vaya no lo voy a encontrar tan espectacular...son tantas las espectativas, que vamos a ver si está a la altura de ellas

Por menos de lo que te pasó, y lo encuentro bastante trágico, me he ido de lugares o he reclamado hasta que me ubiquen la mejor mesa. No me queda otra que sacar a colación derechos del consumidor, y etc...... Lamentablemente lugares así que ya tienen cierta onda, creen que puede hacer y des-hacer con el cliente, pues los meseros y todo el personal se creen una especie de elegidos por trabajar ahí. Me paso algo así en el Opera catedral. Nunca más volveré.

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