Otra dimensión en sushi - Ichiban
La semana pasada decidí regresar al Ichiban después de casi un año sin visitarlo. No soy un fanático del sushi, y la abundante oferta a domicilio que uno puede encontrar le basta y sobra a mi poco educado paladar.
Llegué sin hacer reservar el sábado pasado, a eso de las 9pm, y tuve suerte de conseguir la última mesa en sector fumadores. La ambientación sigue igual, muy simple y sin pretensiones. La atención y el servicio excelentes, muy atentos y rápidos a la hora de servir.
Comencé con una cerveza Asahi, muy buena, bien helada. Mi polola con un jugo de frambuesa. Por cortesía de la casa sirven unas pequeñas porciones de pescado rebozados en una especie de vinagreta con pimentón y cebollín. Muy bueno. De fondo pedimos sashimi de atún, fabuloso, aquí comencé a notar que la cosa venía en serio y que hay diferencias importantes aún para mi poco evolucionado paladar. Atún realmente fresco, buenos cortes, delicioso. Pedimos también tres rolls, dos de ellos con tempura y uno clásico envuelto en palta. Excelentes. Notables. Hasta en el jengibre se puede notar la calidad de los productos que usan en este local. De fondo un cheesecake de Baileys, todo acompañado de un aromático y bien refrigerado Sauvignon Blanc de Veramonte. Todo por $45.000.
Sinceramente y en mi opinión, para los amantes del sushi un lugar que vale la pena visitar.