Espadeiros Restaurant
Fui a este restaurante con un amigo el 11 de enero en la noche, esperando disfrutar de las clásicas carnes brasileñas a la espada, en formato tenedor libre. Desgraciadamente el lugar fue una gran decepción.
Si bien la comida no era mala, el buffet no es diferente a lo que se encontraría en un lugar tipo Gatsby. De hecho, en este último probablemente encontrarías más variedad. Las carnes brasileñas a la espada fueron solo una ilusión, porque en bandejas metálicas se ofrecía pollo, cerdo o vacuno, sin variedad de cortes, cocción o preparación. Probé el vacuno, que estaba algo seco y un poco duro. El arroz de grano largo era bueno, pero los porotos negros algo descepcionantes en su preparación. Las ensaladas estaban bien, pero en general la comida carecía de sabor.
El ambiente del restaurant tampoco es de lo más grato para cenar. Había un cantante con playback, un poco ruidoso como para disfrutar de una cena. En todo caso, quienes buscan bailar música popular junto a la comida deben disfrutarlo.
El sistema de tenedor libre (única opción de servicio) incluía postre. Se trataba de una copa con una bola de helado bañada en chocolate, sobre un barquillo. Aunque somos amantes del helado, no valía la pena dar más de dos cucharadas a éste. Si uno va a consumir calorías, que al menos sea con algo rico, y este helado no tenía mayor sabor ni gracia.
Pagamos $12.500 por dos personas, incluyendo comida, una coca light, dos cervezas, y el postre. No volveremos. El lugar se ve pobre, la calidad de la comida es más baja que el promedio, la atención nada especial. Lo único bueno es la ubicación, en Apoquindo con Manquehue, pero sirve de poco. A modo de desagravio, mi amigo y yo nos fuimos al Bravissimo por una buena copa de helados.