El sueño de los Vanella
Creo que se debe a mi yo-empresaria-independiente dormida bajo las capas de empleado-sueldo-seguro-dependiente-a fin de mes, pero no puedo dejar de comentarles la interesante historia (o reflexión interna) del caso de los Vanella, familia asociada para bien o para mal con la Píccola Italia (salió un artículo extenso en un diario hace 1 o 2 semanas).
Aunque nunca pudimos simpatizar con su comida...(no hubo caso, a pesar de un par de intentos con dolores de guata incluidos), no podemos dejar de reconocer el esfuerzo y ganas que le pusieron para sacar su negocio adelante...o al menos, la idea de negocio que tenían en mente...y aunque los resultados no fueron los esperados y claramente la osadía (expansión del negocio más allá de lo controlable, junto con tremendos créditos solicitados) pudo más que el buen juicio (calidad-excelencia y ambiente controlado), el punch y ganas que le pusieron como dueños y como familia, es digno de admirar, al menos para mí: empleada-contrato-dependiente, cobarde hasta la médula y actualmente necesitada de las lucas seguras a fin de mes, en vez del asumir el riesgo del sueño de ser empresaria independiente... quién sabe en un de esas... volando bajo capaz que ponga un negocio...la experiencia de los Vanella seguro me va a servir, ya sé lo que no hay que hacer...
En muchos lugares, los empresarios que han fracasado son reconocidos porque ya saben el secreto: justo eso, lo que no hay que hacer.... vienen de vuelta y eso les da valor... de hecho, en la empresa en la que estoy son contratados a muy buen precio como asesores, justamente para aprovechar su expertiz y evitarnos pasar por lo mismo...Sí así de extraño como lo ven.
En este blog muchos (nos incluimos nosotros por cierto), nos dedicamos a puro reclamar por el negocio se acuerdan, incluso hubo más de una descalificación y peleas internas entre sitio?, entre la comida, la atención, la calidad, etc....... nos olvidamos ( o no supimos) que detrás del resultado (bueno o malo), había una familia trabajando en equipo, hubo esfuerzo, ganas y sobre todo un ideal.. ahora...que no resultó... bueno eso es otra cosa. No soy quién para emitir juicios de su responsabilidad, pero reconozcamos que al menos tuvieron el valor de intentarlo.
pola y coto.