Brunch chileno en Vitacura: una experiencia distinta (y sabrosa) en el Hotel NH

Domingo, 11:30 AM. Santiago se mueve a otro ritmo. Sin apuro, sin agenda, sin reuniones. Y en ese estado mental —más cerca del relajo que de la productividad— el brunch se transforma en un placer. No es algo nuevo: nació en Inglaterra en el siglo XiX como comida tardía de aristócratas que volvían de misa o cacería, y fue refinado en los cafés de Manhattan de los años 30 y 40 con mimosa en mano y The New Yorker bajo el brazo. Hoy, el brunch es un clásico global que cada ciudad adapta a su estilo.

En Santiago, el Hotel NH Collection de Vitacura decidió hacer precisamente eso: darle un toque chileno al brunch, y lo hace con un menú que se aleja del molde gringo de huevos, tocino y muffins, para acercarse un poco a lo nuestro.

Sí, hay café de grano, jugos frescos, quesos, panes  y pastelería internacional. Pero también hay sopaipillas recien fritas, mote con huesillo, turrón de vino, empolvados, pastelera de choclo y mote con crema como acompañamiento caliente, y una ensalada de cochayuyo que vuelve del exilio. Y si lo tuyo va más por lo fresco y marino, también hay: ostras chilenas, varios tipos de ceviches y un pisco sour perfectamente preparado que deja claro que aquí no se improvisa.

No cocinar el domingo no es flojera, es inteligencia. Terminar la semana en una mesa bien servida, con café caliente, sobremesa larga y sin apuros, es una forma entretenida de prepararse para el lunes. Hay algo terapéutico en que te sirvan —y bien— cuando ya hiciste bastante durante la semana.

El ambiente del NH es ideal: buena luz natural, servicio amable, mesas amplias y un ritmo calmo. Puedes ir con familia, pareja o solo. Nadie apura. Nadie pregunta si ya vas por la tercera mimosa.

Datos prácticos

• Dónde: NH Collection Plaza Santiago, Av. Vitacura 2610, Las Condes

• Cuándo: Todos los domingos, de 11:30 a 15:30 hrs

• Precio: $34.000 por persona (incluye bebestibles sin alcohol)

• Reservas: A través de nh-collection.com o al +56 2 2431 6500

• Estacionamiento: Disponible, subterráneo del hotel

¿Y después del brunch?

Si te quedan energías después de comer, el entorno ofrece más que una siesta tentadora. A pocos pasos, puedes caminar hasta la Plaza Perú a la Feria de Anticuarios, un paseo tranquilo entre libros viejos, loza retro y objetos con historia. Ideal para caminar sin apuro, con café en mano y sin nada urgente en la agenda