Mi experiencia en Básilico
Ayer lunes a la noche, aprovechando que estaba de aniversario, salímos a comer, y nos decidimos por el restaurante Basílico ya que vimos por internet su sitio y el menú nos pareció muy interesante.
Llegamos a eso de las 21 hs, y nos llamó la atención que no había nadie. (Un rato después, descubrimos el por qué). Apenas nos sentamos, se acercó la garzona y nos informó que tenían algunos inconvenientes y que no todos los platos de la carta estaban disponibles; al preguntarle cuáles dijo que de pescado sólo había merluza y que algunas cosas que se hacían en el horno tampoco estaban disponibles.
La primera sorpresa fue que la carta de restaurante no era la que habíamos visto en el sitio web; casi no habían platos que coincidieran. Pedimos entonces una merluza con ragú de quinoa, y nos dijeron que no había ragú de quinoa. Bien, entonces queremos la merluza con pastel de choclos. Mmm... tampoco hay. - Entonces qué tienen como acompañamiento? - Tenemos puré de papas o puede ser mix de verdes. - Ok traiganos mix de verdes. El otro plato, que sean sorrentinos.
La garzona se retiró y a los pocos minutos vino para avisar que tampoco habían sorrentinos. !!!! Cambié para los ñoquis y al preguntar qué salsa tenían para acompañarlos, dijo que verificaría en la cocina. Volvío e informó que había salsa de tomate o salsa con roquefort.
Luego de unos 15 - 20 minutos llegaron los platos. La merluza se veía muy bien, pero la porción de ñoquis era mínima, y bañados en salsa. Ya a esta altura, la idea era comer rápido e irnos a comer el postre a otro lado.
La ensalada vino sin ningún aderezo por lo que tuvimos que pedirle a otra garzona que nos trajera los condimentos. Para nuestro asombro . . . trajo sólo un poco de aceite!!!! Tuvimos que pedirle el vinagre o aceto.
Durante la cena, nadie vino a preguntarnos cómo estaba todo, y mucho menos a pedirnos disculpas por la situación. A todo esto, seguíamos sólos en el lugar.
Lo único rescatable fue que el momento de pagar, me consultaron si tenía tarjeta de El Mercurio, para realizarme el descuento. Le pasé la tarjeta y trajeron la cuenta con un 20% de descuento, cuando debería ser el 25%. Hicieron el cambio correspondiente. Con descuento y todo pagamos $17.500 por dos platos de comida y dos limonadas.
En fin, una cena para olvidar. Independientemente de todos los problemas, el servicio de las garzonas fue muy malo, para nada proactivo, y se nota que les falta el mínimo de capacitación para poder atender en un restaurante con la calidad que dice tener Basílico.
Yo creo que si no estaban en condiciones de atender al público ayer, hubiera sido mejor haber cerrado. Nos llevamos la peor de las impresiones.