Sharahzad- recomendable.
Fuimos con amigos a este restaurante, vi la crítica de La Comensala de la revista Mujer de la 3° y me tincó. Tienen unos estacionamientos al lado, en la calle Roger de Flor, pero pasa casi inadvertido, nos avisaron nuestros amigos que llegaron 1° al restaurante que allí podíamos estacionar, ojo que tiene una cadena, un señor que estaba sacando la basura nos abrió la cadena y cuando nos fuimos el mozo lo hizo, pero si vas solo manejando y no hay nadie en la calle, tienes que bajar para sacar esta y poder estacionar.
El local es pequeño, linda decoración, la dueña está ahí viendo que todo esté bien, muy amable y consultando si todo estaba OK.
La carta con platos típicos árabes que no entendíamos mucho y el garzón no sabía muy bien como explicarlos.
Para iniciar pedimos unos picoteos, Kubbe frito, un plato de zapallitos rostizados (que era frio tipo salsa) y hojitas de parra, cuando llegaron eran enano todo, 4 bolitas de kubbe (se pagan x unidad) 4 hojitas de parra mini y este dip que era una pasta) antes nos habían traido unos pitas con unas salsas bien ricas, luego nos llevaron mas pitas pero sin salsas, para el dip de zapallitos
Nos llevaron 1° la carta de tragos y vinos, de aperitivos: 2 shahrazad que estaba de miedo, riquísimos, si van pídanlo, es como un mojito con licor de arak y anís, en un vaso largo con unas hojitas aparentemente de menta, estaba demasiado rico, por eso me gusta la carta de aperitivos, porque puedes pedir cosas que son nuevas y en este caso fue un acierto, también se pidió un mango sour y un jugo.
El mozo nos sugirió que los platos eran buenos para compartir, así es que pedimos 3, además así dejábamos guatita para el postre, un plato a base de cordero (Shish kebab), uno a base de carne de vacuno con cou cous y otro de carne de vacuno con pollo (Grillado mixto oriental), los platos algo chicos, pero en general bien.
Los sabores bien, pero me hubiese gustado mas especiados, con mas sabor, eran algo planos, el mejor fue el de vacuno con cous cous, que estaba algo mas condimentado, los otros platos venían dentro de un pan pita con salsa de tomates y papas fritas en un vaso.
De postre pedimos Mohalabeyah (flan de semola con salsa damasco), 2 Osmaleyeh (eran como fideitos fritos con crema, salsa y pistachos) y strawberry craize (budín de semola con crema y pistachos), estaban muy ricos, el de los fideitos estaba exquisito, pero bien potente como buen postra árabe.
Pedimos 4 cafés árabes con un leve toque a cardamomo que cerró la cena, la cual estuvo muy grata, recomiendo este lugar, es agradable, calefaccionado y tiene estacionamiento. Tiene página web.