Los Cuates: rico, poco y muy mal atendido
Dicen que el día de la madre es el peor día para salir a comer. Predispuesta a escuchar "no, no nos queda de eso", salimos a almorzar. El restaurant elegido: Los cuates. Eramos 3.
Entramos, harta gente animada, mariachis cantando. Buena impresión....y se quedó en eso solamente.
Nos sentamos, 10 minutos esperando la carta, mi pololo se paró a buscar una. Llega la mesera pidiendo disculpas. Le pedimos unos taquitos dorados y 3 cervezas. Bien. 5 minutos llegan las cervezas y nos dice "no hay taquitos...traigo quesadillas?" "Bueno". 20 min. despues llegan las quesadillas y pedimos los platos de fondo. "Uy, no les pusieron los platos, disculpe" Nunca llegaron los platos y comimos asi no más. Las quesadillas nos duraron menos que algunas cosas en un canasto y volvimos a esperar otros 20 a 25 minutos por nuestro plato de fondo.
Llegan los platos de fondo: "Uy, no tienen cubiertos, altiro le traigo, disculpen". Empezamos a comer, los platos frios "podría calentarlo por favor" otros 5 minutos. Empezamos finalmente a comer. Mi decepción...mi pollo al mole poblano eran como 100 gramos de pollo con 1/2 taza de arroz, 1/2 taza de mole y 1/2 taza de frijoles. El pollo a la plancha sin gracia y el arroz tirado al costado sin cariño alguno. Me quedó en una muela.
Postres: 2 natillas y 1 panqueque. Después de otros 15 minutos de espera, con el restaurant casi vacío (4 pm) nos paramos a pagar a la caja sin probarlos, porque ya fue demasiado el insulto. "Donde está la cámara?"
Me asombró ver a la dueña en la caja.....mi madre tiene un negocio y cuando ella está en la caja las cosas funcionan a la velocidad de la luz y todos los clientes se van contentos. Luego de más diculpas por la cuenta mal sacada nos retiramos a comprar pasteles a la galletería de Laura para sacarnos los balazos de lo dulce.
Mmmmm, creo que no vuelvo más.